Aunque todo está filmado con cierta parsimonia, quizá para no hacer directamente pornografía,los argumentos, todos de gente con rarezas, no se sostienen. Tanto culo, teta, pis (porque de todo hay) al final aburre, porque es el tópico de lo presuntamente no tópico.
Las interpretaciones son planas, quizá porque las situaciones no resultan creíbles, como la del médico que droga a la mujer para tirársela, ¿eso qué es?
Luego la tonta justificación del menage à trois.
La dirección de Paco León es, excluyendo los temas, sobria. Pero lucía más cuando hacía películas de la vida ordinaria, de la mayoría de la gente, con su madre al frente. ¿A que no metería a su madre en esta?
Estamos en unos tiempos en que se justifica cualquier porquería. Lo que me faltaba por ver es que alguien da un 10 a esto. El cine NO SE HACE así.