La historia inicia en un vecindario normal, con unos adolescentes comunes y un vecino un tanto atípico. Intentando buscar el equilibrio entre el cine clásico y documental, The good Neighbor, nos introduce en una historia de adolescentes curiosos e inteligentes, tratando de poner en practica de un experimento que pudiese influenciar en la conducta de un hombre viejo, solo y deprimido. La película la salva James Caan, con poco dialogo, pero si con un lenguaje corporal que no necesita palabras. Vale la pena verla, pasa por una película tipo B, con un gran actor que mucho le ha costado conseguir un papel como el de Sonny Corleone, que lo llevó a la fama y hoy se encuentra un tanto olvidado.