A diferencia de las anteriores dos entregas, El ejército de las tinieblas pierde su frescura pero gana en cuanto a comedia terrorífica y fantástica, consolidando a Bruce Campbell como el actor fetiche de esta trilogía y además mostrando el verdadero peso de la cinta que te sacará más de una risa.
Pierde en temática gore pero gana en efectos macabros. Inolvidable esa escena en la que le sale una cabeza del hombro.