Pudiera parecer que los aficionados al género de terror tenemos un puntito de masoquistas, por dos razones:
1- que nos guste pasar miedo.
2- que nos traguemos un montón de pelis de dudosa calidad.

Pues bien: es correcto. Somos masoquistas, porque no es que nos guste, si no que nos fascina sobre todas las cosas el cine de terror y además nos vemos todo tipo de bodrios con la esperanza de encontrar una buena peli entre tanta bazofia que nos haga sentir la anhelada sensación… y esto es tan difícil… que a veces se pierde la esperanza.

Pero, gracias a Dios, existe Kubrick. Y gracias a Kubrick, existe El Resplandor.

Y es que el terror es un género muy difícil, como todos, pero más todavía. Por dos razones:
1- somos todos adultos y vemos diariamente los telediarios, ¿qué nos vais a contar ahora que de miedo?
2- el cine de terror suele tirar de lo fantástico, y currarte un buen guión que no resulte increíble o, directamente, patético, es muy pero que muy difícil.

Pero, gracias a Dios, existe Kubrick. Y gracias a Kubrick, existe El Resplandor. Tal vez habría que añadir aquí el nombre de Stephen King, pero no me consta, así que me abstengo, porque el guión (adaptado) es de Kubrick –y una tal Johnson-

Da igual cuantas veces la hayas visto: DA MIEDO. ¿Qué significa esto? Pues que si estás en tu casa (solitaria y oscuramente) viendo la peli y de repente algún cenutrio decide llamarte por teléfono… vas a pegar un bote al oír el timbre que no pegarías si estuvieses viendo otra peli. Garantizado.

La razón: nadie, nunca, en ninguna época, ha sabido rodar tan magistralmente una película de terror.
Lo que acongoja son las imágenes, es la luz, son los movimientos de cámara. También la banda sonora y por supuesto Jack, que aunque en el minuto treinta de visionado te parezca imposible que alguien pueda tener más cara de loco que éste, consigue acentuar su aspecto de orate según avanza el metraje hasta llegar a la culminación absoluta.

Y por último pero no menos importante, y directamente vinculante con lo anterior, es que la peli no envejece. Kubrick sólo abusa de los encuadres abiertos y del travelling, pero no de efectos especiales -que hoy en día se verían obsoletos-, ni introduce una banda sonora cool, ni viste a sus actores a la última moda. Resultado: UNA OBRA DE TERROR MAESTRA Y ATEMPORAL.

PD: Yo, personalmente, me troncho de risa con algunos momentos de El exorcista, que se rodó tan sólo 6 años antes que ésta y puede ser considerada por muchos una obra maestra del género. Já! Me río yo de El Exorcista… con todos mis respetos, no ha envejecido bien… pero El Resplandor… no tiene ninguna gracia, salvo por el doblaje ese de Verónica Forqué, pero en realidad, nada tiene que ver esto con la película.