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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
7
Intriga. Terror Isla de Jersey, 1945. La Segunda Guerra Mundial ha terminado, pero el marido de Grace (Nicole Kidman) no vuelve. Sola en un aislado caserón victoriano de la isla de Jersey, educa a sus hijos dentro de rígidas normas religiosas. Los niños sufren una extraña enfermedad: no pueden recibir directamente la luz del día. Los tres nuevos sirvientes que se incorporan a la vida familiar deben aprender una regla vital: la casa estará siempre en ... [+]
6 de febrero de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y llegaron los americanos, con su fajo bajo el brazo, lo pusieron sobre la mesa y... MILAGRO. El público se extraña... ¿qué raro? Es española y me ha gustado... Claro, porque con un presupuesto adecuado puedes hacer lo que quieras, y si tienes talento, como es el caso de Amenábar, puedes rodar Los Otros.

Si algo destacaría de esta película, olvidándome de la impecable factura, es el clima. Ese se lo curró Amenábar solito, sin ayuda del vil Cruise, perdón, del vil dinero. EL CLIMA empieza en el propio guión y alcanza su punto máximo en la luz y la fotografía. Pero el clima, también se puede alcanzar de otras maneras. Aquí, se hace palpable en la primera secuencia, con ese alarido y esos ojos de la Kidman. Qué manera más sublime de explicar lo que se va presenciar a continuación. Como ya hiciera en Tesis, esta secuencia es absolutamente superflua desde el punto de vista narrativo, pero soberbia en sí misma. ¿A qué viene que esta mujer grite y llore aterrada así de repente, en el minuto uno? Pues argumentalmente, a nada, la verdad, pero estratégicamente, nos sumerge de lleno en la atmósfera del cine fantasmal y crea el clima de toda la película.

Habiendo visto más cine de fantasmas del que sería mentalmente recomendable, puedo decir, con conociendo de causa, que la película no aporta nada nuevo. Se ve que Amenábar vive prendado de “Al final de la escalera” y el cine de Pupi Avati, lo cuál me parece bien, no lo critico. Los buenos directores nunca disimulan sus referencias hacia la obra de otros, no son tan paletos, y además, para eso están los maestros, para aprender de ellos, pero esto hace que se eche en falta un poco la creatividad de la que Amenábar hizo gala en sus inicios. Aquí peca del abuso de determinados clichés del género, lo que vienen siendo cosas que están más vistas que la puñeta, y eso resiente el resultado final, a mi entender (el aspecto de los niños -qué yuyu-, ese cementerio perpetuamente cubierto de niebla en el mismísimo jardín... en fín, cositas así) Aún con esto, la película contiene más de una secuencia sobresaliente.

Me quedo con la secuenda de la sesión de espiritismo. Me parece absolutamente genial. !Qué grande Amenábar!

Y por supuesto, La Kidman. Su preciosa palidez, sus ojos de azul frío y metálico, su elegancia y su buen hacer le sientan estupendamente a la película, para qué negarlo.
VALDEMAR
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