Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de Elantonio:
3
Acción Tang Lung (Bruce Lee) llega a Roma para ayudar a una amiga de la familia, Chen Ching Hua (Nora Miao), amenazada por unos gangsters locales que quieren apropiarse de su restaurante. Poco después de la llegada de Tang, los criminales irrumpen en el restaurante con la intención de obligar a Chen a firmar la venta de su propiedad. Después de que se burlen del estilo de combate de su país natal, un furioso Tang reta a los matones y les ... [+]
22 de agosto de 2011
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se suele decir por ahí algo así como que una película tiene tres enfoques distintos: uno, la visión que de ella tiene su director; dos, la visión que de ella tienen sus espectadores, y tres, la época de la vida en la que cada uno ve dicha película. Yo pienso que a la hora de juzgar “El furor del Dragón”, es la última consideración la más importante. La he vuelto a ver, digamos, después de unos 30 y pico años. Mi cerebro me dice que la película es nefasta la cojas por donde la cojas. Hecha a trompicones, diálogos de pacotilla, situaciones ridículas, actitudes inconsecuentes, unos actores de p..a pena, empezando por el propio Lee y sus carasas y sus transiciones de bufón a peligrosísima arma letal. Con las situaciones propias del cine de karate, por ejemplo, esos corros que se hacen alrededor del chico y en los que se le va atacando de uno en uno (¿), esas peleas simultáneas en las que se van pasando de una a otra… en fin. El malo mariquita, sin comentarios. La conducta final del tío, el dueño del restaurante, después de haber asistido al desarrollo de la trama ya es de juzgado de guardia. Los chistes de la prostituta o de Lee defecando… ya no me quedan adjetivos. Aún no sé cuando acabe estas líneas las estrellas que le pondré, pero es merecedora de, por compasión, una, o ninguna y acabáramos.
Ahora bien, si eso lo decía mi cerebro, mi corazón recuerda a aquel niño de diez o doce años, que salía del cine del barrio totalmente emocionado, pegando patadas al aire, ávido de ídolos, fueran estos el Zorro, Maciste, Errol Flynn, Godzilla o el propio Bruce Lee. Y de aquellas emociones se me quedaron grabadas a fuego en la memoria las peleas en el patio (¿era un patio o la calle?)con los nunchakus, los saltitos y grititos del gran Bruce, y sobre todo, la épica pelea final con Chuck. Viendo esas escenas, por un momento es como si se te estiraran las arrugas, desaparecieran los michelines, se te acortaran los pantalones y en ese preciso momento te olvidaras totalmente de la p..a crisis.
Pd.- Después de dejar esta película como malísima, podríamos compararla con, por ejemplo, “La carrera de la muerte”, con el Statham, o “Death proof”, del amigo Quentin, y entonces sube automáticamente a la categoría de obra maestra.
Elantonio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow