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Voto de sandgirl:
7
Comedia Larry Baker (Melvyn Douglas), un agente de seguros que ama su trabajo y la vida hogareña, ignora, sin embargo, que su esposa Jill (Merle Oberon) se siente deprimida y abandonada, porque él no suele mostrarse ni cariñoso ni apasionado con ella. Cuando, para tratar el asunto, decide visitar a un psiquiatra, conoce en la sala de espera a un excéntrico pianista llamado Alexander Sebastian (Burguess Meredith). (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por suerte, ver una película de Lubitsch siempre es garantía de pasar un rato delicioso ante la pantalla. Este director es simplemente elegante, y su humor, sofisticado y revelador. La mayor parte de las situaciones cómicas se vienen fraguando desde atrás y todas arrancan la sonrisa apenas con un gesto o con una sola frase, y es que el guión mismo, la película en sí, ya son una gran situación cómica. Burgess Meredith está fantástico en su papel de artista loco y su semblante serio y enfadado provoca más risa si cabe que cualquier otra cosa. Ahora bien, entramos en el espinoso tratamiento que Hollywood hace de los problemas de la mujer, casi siempre ridiculizando o empequeñeciendo cuestiones que atañen a su felicidad y a su vida misma, que no es poco. Aquí la esposa, lejos de mostrarse frustrada o deprimida o en plena crisis existencial, acaba siendo un personaje caprichoso que destroza un matrimonio feliz (feliz para él). Tampoco el marido se siente enfadado, ultrajado o deshonrado, ya que no ofende quien quiere, sino quien puede, y al fin y al cabo, ella es "solo una mujer". Ya lo dice la introducción, "el hombre" ha descubierto el mundo, y las mujeres son accesorios, elementos de ese mundo, a los que poder descubrir. Sin embargo, hay un momento "keeks" que nos descubre a una mujer con decisión, con capacidad para afirmar rotundamente que hay cosas que no le gustan y que ser esposa no es condición que confiera libertad total a un marido para hacer lo que quiera. Es de celebrar esa escena mágica, que podría haberse trasladado al desarrollo de la trama, pero no. Esto es una comedia de Hollywood, y el final tiene que ser un final "made in Hollywood", y ya sabemos lo que eso significa, pues existe un abismo entre lo que en el cine consideran "feliz" y lo que de verdad hace a una mujer feliz en el mundo real, normalmente su libertad. Clase alta, alta comedia, arte y música se unen para ofrecer un pequeño bocado de este maestro de directores, y el debate, lo dejamos para después de las palomitas. Keeks!
sandgirl
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