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España España · Oviedo
Voto de babayu:
6
Comedia. Drama Les (Steve Buscemi), un fotógrafo de famosos de poca monta, conoce a Toby (Michael Pitt), un joven sin hogar atraído por las brillantes luces de Nueva York, y le "contrata" como ayudante. Toby disfruta con el glamuroso y agitado estilo de vida de Les, pero tiene un sueño: convertirse en actor. La suerte le sonríe cuando por casualidad conoce a K’Harma Leeds (Alison Lohman), una diva del pop con la que inicia un romance. Toby tendrá ... [+]
12 de agosto de 2008
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de que las últimas obras (Doble Contratiempo y Una Rubia Auténtica) de uno de los grandes nombres del cine independiente "made in USA", Tom DiCillo, me habían hecho dudar del tipo que rodó otro par de notables títulos como Box of Moonlight y Vivir Rodando, aquí observo cierta redención, aunque no acabe de resultar una peli redonda. La historia es una especie de cuento de hadas, en el que dos personajes, el paparazzi Les Galantine, y el vagabundo aspirante a actor, Toby, se encuentran casualmente y entre ellos nace una relación de amistad, más o menos interesada por parte del fotógrafo, y absolutamente entregada por el chaval, que tiene la pinta de ser un tío magnífico, pero del que desconocemos practicamente todo. Sin embargo del paparazzi adivinamos que es un tipo de esos retorcidos, que podrían vender a su madre a cambio de una buena foto, aunque también nos queda claro que es alguien perdido, que busca su camino.
Me interesa sobre todo la relación entre los dos protagonistas, interpretados magnificamente por el gran Steve Buscemi, uno de los ídolos del "indie", y por Michael Pitt, que ya contabiliza un buen puñado de actuaciones prometedoras, trabajando con potentes directores como Van Sant, Bertolucci, Stone, Ferrara o Haneke, en el remake de Funny Games. Pitt encarna a la perfección esa especie de ángel sin pasado al que acoge un tío aparentemente chungo como Buscemi, y que acaba encontrando el amor en una cantante con pinta de descerebrada, que responde al absurdo nombre de K'Harma. Esta parte romanticona no me satisface demasiado, al contrario de lo que mencionaba antes y de la reflexión que deja sobre el glamour de los famosos y el papel de los fotógrafos que se dedican a perseguirles para captar instantáneas de su vida privada, que no deberían interesar a nadie, pero que mueven grandes cifras.
También me atrae la presencia de ese dios de la música que es Elvis Costello, a quien podemos escuchar además en la notable banda sonora de la peli.
babayu
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