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Voto de Carlos del Río:
7
7,2
73.218
Comedia. Aventuras
Gustave H. (Ralph Fiennes), un legendario conserje de un famoso hotel europeo de entreguerras, entabla amistad con Zero Moustafa (Tony Revolori), un joven empleado al que convierte en su protegido. La historia trata sobre el robo y la recuperación de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna. Como telón de fondo, los levantamientos que ... [+]
13 de octubre de 2014
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"El gran hotel Budapest" tiene unos problemas narrativos enormes, pero Anderson los compensa con una parte visual personalísima y genial, y con toneladas y toneladas de encanto e imaginación. Habiendo visto las últimas tres películas de Anderson, yo diría que esas son las constantes del cine de Anderson. Si sus guiones estuvieran un poco mejor estructurados, manteniendo la forma tan personal con que cuenta las historias, sus películas serían obras maestras.
Lo peor de "El gran hotel Budapest" es su comienzo, ya que tarda una barbaridad en arrancar. Por algún motivo que se me escapa, Anderson utiliza la narración enmarcada: te mete una historia dentro de otra historia. En esta película primero te muestra la escultura de un escritor en la actualidad, luego ese escritor en los 80, interpretado por Tom Wilkinson, que va a recordar un viaje en los 60 al hotel del título; entonces Jude Law hace del autor en esa época, y después de demasiado tiempo, se pone a hablar con el dueño del hotel, que le va a contar la historia.
Lo único que mantiene la atención del espectador es lo curiosa que es visualmente la película, pero ni está justificado tanta historia, ni mucho menos lo muchísimo que se detiene con Law (un estorbo especialmente grande es la intervención de Jason Schwartzman, porque todavía no se sabe de qué va la película).
Cuando Anderson pasa a la historia central, que es la que se desarrolla en los años 30 y que en mi opinión debería haber sido la única, todavía tarda unos minutos en presentarte qué es lo realmente importante. Y eso no pasa hasta que no llega la lectura del testamento. Ahí ya tienes lo que guiará la película, y entonces "El gran hotel Budapest" es maravillosa. Es como si Anderson hubiera dejado completa libertad al niño que lleva dentro para idear la historia, y el Anderson adulto más o menos le hubiera dado coherencia, pero reteniendo las ideas locas y la emoción del niño. Y aquí tiene mucha gracia la presentación de la familia de Madame D. y el plan de fuga de Gustave y Zero.
www.elrincondecarlosdelrio.com
Lo peor de "El gran hotel Budapest" es su comienzo, ya que tarda una barbaridad en arrancar. Por algún motivo que se me escapa, Anderson utiliza la narración enmarcada: te mete una historia dentro de otra historia. En esta película primero te muestra la escultura de un escritor en la actualidad, luego ese escritor en los 80, interpretado por Tom Wilkinson, que va a recordar un viaje en los 60 al hotel del título; entonces Jude Law hace del autor en esa época, y después de demasiado tiempo, se pone a hablar con el dueño del hotel, que le va a contar la historia.
Lo único que mantiene la atención del espectador es lo curiosa que es visualmente la película, pero ni está justificado tanta historia, ni mucho menos lo muchísimo que se detiene con Law (un estorbo especialmente grande es la intervención de Jason Schwartzman, porque todavía no se sabe de qué va la película).
Cuando Anderson pasa a la historia central, que es la que se desarrolla en los años 30 y que en mi opinión debería haber sido la única, todavía tarda unos minutos en presentarte qué es lo realmente importante. Y eso no pasa hasta que no llega la lectura del testamento. Ahí ya tienes lo que guiará la película, y entonces "El gran hotel Budapest" es maravillosa. Es como si Anderson hubiera dejado completa libertad al niño que lleva dentro para idear la historia, y el Anderson adulto más o menos le hubiera dado coherencia, pero reteniendo las ideas locas y la emoción del niño. Y aquí tiene mucha gracia la presentación de la familia de Madame D. y el plan de fuga de Gustave y Zero.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A mitad vuelve a haber otro bache narrativo. La historia ya ha echado a andar, y lo importante es saber qué pasó realmente con Swinton, pero Anderson dedica demasiado tiempo a la cárcel, donde han encerrado a Fiennes. Vuelve atrás para decirte que Saoirse Ronan, de la que está enamorado Revolori, es pastelera, y que en sus pasteles meten las herramientas para que Fiennes y sus compinches puedan cavar y fugarse de la cárcel.
En el último tramo, la película vuelve a brillar. En escenas muy imaginativas Anderson te ha ido plantando lo peligroso que es Willem Dafoe, y en unas secuencias divertidísimas en la montaña, que parecen salidas de las páginas de un cómic, cierra esa trama. Luego regresa al hotel, y de forma rocambolesca y con mucha gracia, acaba la película.
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En el último tramo, la película vuelve a brillar. En escenas muy imaginativas Anderson te ha ido plantando lo peligroso que es Willem Dafoe, y en unas secuencias divertidísimas en la montaña, que parecen salidas de las páginas de un cómic, cierra esa trama. Luego regresa al hotel, y de forma rocambolesca y con mucha gracia, acaba la película.
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