Haz click aquí para copiar la URL
Voto de El Extranjero :
6
Thriller. Acción La vida del exagente especial Bryan Mills (Liam Neeson) se ve inesperadamente truncada tras el brutal asesinato de su exmujer. Tras ser acusado de su muerte, se ve obligado a huir de la implacable persecución de la CIA, el FBI y la policía. Una vez más, deberá usar sus “habilidades especiales” para hacer justicia, dar caza a los verdaderos asesinos y proteger lo único que le queda en la vida: su hija. (FILMAFFINITY)
1 de mayo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Admito todo lo evidente, desde la estúpida manera de incrustar el número de la secuela en el título de la película (práctica que en su tiempo fue original y causó impacto con 'Se7en'; recurso por entonces más que justificable, porque esa película es de veras una obra maestra) hasta la carente de todo sentido, premisa, que se desmorona a los cinco minutos con tirar de los cabos, pasando por el resto de las incontables negligencias que presenta esta 'V3nganza'.

Dejado una vez claro que el argumento no tiene ni pies ni cabeza, y que es absolutamente risible así como inverosímil que el heroico ex-marine con tantas condecoraciones y 'trabajos personales' que ejerció con tal de recuperar a su familia vistas anteriores en las dos anteriores 'venganzas' pierda toda su credibilidad y prestigio de la noche a la mañana por un truco de trileros de esos en los que se las arreglan para hacer creer que el bueno es el malo, con huellas, ADN y todo. Es, simplemente algo inconcebible, porque después de esas proezas de enfrentarse él solo a dos ejércitos enteros de proxenetas armados, lo suyo es que como mínimo, debería de haber recibido la condecoración personal del mismísimo presidente de Estados Unidos y ser 'el pregonero' de todos los actos de las fiestas del 'orgullo yanki'. Porque es lo que sucedería en realidad. Pero nada más lejos de eso. Incluso recuerdo que después de haber finalizado sus violentas ejecuciones en la película original, después de todo lo que le ha costado, hasta parece que su propia familia le da de lado, pues él se va completamente solo, como si fuera un don nadie sin un carácter y sin ambición. Fue lo único que me pareció reprochable de la primera peli, impecable e impoluta por todo lo demás (10/10). La segunda aún no he tenido oportunidad de verla.

Pero no terminan ahí los problemas de esta endeble secuela, ya que no se trata de una película de acción propiamente dicha. ¿Y por qué no es plena? Porque a diferencia de las dos anteriores, en esta ocasión han decidido hacer una película para todos los públicos, amigos. Nada de sangre ni de escenas violentas, con las que tantas pudimos disfrutar en las anteriores dos partes. Aparte de que gran parte del metraje, dé la sensación de que el cámara tiene Parkinson, el encuadre evita a toda costa mostrar el impacto de esa violencia más sangrienta y cruda, esquivando toda esa vorágine de muerte y dolor cual presa a su perseguidor. Y es algo imperdonable en una película de esas características, lo he dicho muchas veces.

La crítica reúne todos esos numerosos deslices para costituir un destructivo veredicto proclamado casi de manera unánime. Es bastante evidente, se trata de gente que ha visto mucho cine, y esta película se queda muy por debajo en muchos aspectos. ¿Pero qué ocurre? Que al final y al cabo, entretiene. Hablo por mí, claro está, porque a pesar de apreciar toda esa esencia de mediocridad que impregna y gira en torno de todos los aspectos de filme, la impresión final que se me ha quedado, no es la misma peste que afirma sentir el señor Travers al visualizar esta película. Y es que algunas cosas siguen siendo muy buenas. Vale que el personaje asignado a Forest Whitaker, como la interpretación del mismo, abarquen toda una infinidad de parámetros de la mediocridad, rozando el patetismo, pero es que ocurre una cosa. Tenemos a un ruso muy loco, al que yo voy a llamar Rostinlav, que se propone dar caza al intruso Neeson que se ha colado en su mansión, y no se le ocurre otra cosa, que coger su AK47 estando medio en bolas y ponerse a disparar a lo loco, destrozándolo absolutamente todo, pegando saltos y brincos por su casa. ¡Vaya tarado! Habrá vaciado un cargador entero de no menos de cien proyectiles, lo ha volado absolutamente todo, menos la cabeza de Neeson, que era su objetivo. ¡Vaya malo! Esa escena, por ejemplo, es impagable. Como se le ha pirado. Y con esa cara de poseso que tenía. Esta gente está muy quedada, por lo visto, se la suda todo. Se les cruza un cable y a tomar por culo todo. Pues eso, que la película tiene unas buenas escenas de gran factura y logra entretener. A pesar de todo.
El Extranjero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow