«American Graffiti» realmente parece una historia sin guión y sin nada relevante, y quizá lo sea si la miramos desde un punto de vista racional. Sin embargo, estoy por decir que es justo lo que George Lucas quería: no darle importancia a los hechos concretos, sino a las emociones que desprenden, los recuerdos que quedan, el sentimiento que se pone en ellos, ese color de la vida, ese instante pasajero e imborrable. Esta película es un conjunto de impresiones de un verano lejano y una noche que es la última... la última, ¿de qué? De todo.

Lucas nos dibuja, a través de un grupo de jóvenes entrañables, un graffiti de ideales sentimentales y sociológicos pintarrajeado en las calles de esa ciudad que les vio crecer y en las ondas de la radio donde un «hombre lobo» les acompaña en un viaje siempre sobre ruedas, despegados del suelo, en continuo movimiento, a la búsqueda, quizá, de una respuesta sobre sí mismos. No sé por qué, me he imaginado una «American Graffiti» en 2013 y he visto ese abismo que separa un Cine de otro Cine, y me he dicho: «¿cómo lo has conseguido, Lucas?» Con toda sencillez, encanto y cotidianidad, nos conduce al alma misma de la juventud, a esa vitalidad irrecuperable que muy posiblemente el tiempo destruya, tocando con ello temas cruciales como la amistad, el paso a la madurez, el conflicto entre la realidad y los sueños, o la conciencia del fracaso.

Tras esta última noche, estos cuatro amigos ya nunca se pararán en un semáforo para gastar una broma, ni se harán cómplices de una niña feúcha y solitaria; no serán capturados por una banda callejera, ni se enamorarán locamente y en un minuto de una rubia desconocida y esquiva; no ligarán utilizando el coche nuevo de su mejor amigo, ni se pelearán y romperán con su novia para luego volver a juntarse y decirse lo mucho que se quieren. ¿Qué saben ellos de lo que les ocurrirá mañana? El mañana no existe. El para siempre es esta noche.

El epílogo final le dará a todo lo visto un matiz conmovedor, profundo e intangible. Hasta lágrimas me ha arrancado. Que bonita es.