Quizá la novela «Nuestra Señora de París» de Victor Hugo no sea la mejor opción para una película infantil. Algunos decís que es la más «adulta» de Disney, pero yo ese concepto no acabo de entenderlo. Que algo sea «adulto» no tiene por qué ser mejor. De hecho, hoy en día toda la animación es más bien para adultos, y sin embargo está siendo flojísima.

«El jorobado de Notre Dame» tiene una constante búsqueda de lo culminante; todos los momentos y escenas parecen ser siempre el clímax de algo, y eso la evoca a una precipitación que debería haberse frenado un poco. Las canciones no son feas, pero ninguna es excepcional, si no incluimos, claro, el tema principal de la película, «Someday» cantada por el grupo Eternal, o «Sueña» en la versión en español interpretada por mi amado Luis Miguel. Bellezón.

Por lo demás, los personajes te caen bastante bien, sean feos o guapos, y toda la historia transmite sentimientos nobles y bonitos, como la tolerancia, el valor y el amor, y además de corazón, no sólo de palabra. Yo hubiera añadido algunos minutos más de la parejita Esmeralda-Febo, que son los dos a cual más echao’ pa’ lante y te quedas con ganas de ellos.

Agradable, a pesar de sus gotas de tristeza.