Regresan los Guardianes de la Galaxia y lo peor es que siguen amenazando con hacerlo por tercera vez. Ya veremos entonces.

Lo que he visto ahora es la segunda parte de las aventuras de estos... digamos seres entre humanos, extraterrestres y criaturas indefinidas que se dedican a escuchar música de los ochenta porque queda bien poner música de los ochenta y no de, por ejemplo, los sesenta, y a salvar el universo, ahí es nada, del peligro del típico loco con cacao mental que quiere destruirlo. Si creías que nunca habías visto nada parecido, pues ya ves que te equivocas.

«Guardianes de la Galaxia Vol. 2» a mí en lo personal me ha entretenido más que la primera, porque es que la primera la recuerdo bastante mala, pero ese entretenimiento no compensa el volumen completo. Para empezar, este humor es horrible. Me gustaría saber cómo se les ocurre a los guionistas estas bromas, estos comentarios que están tan forzados, tan falsos en el contexto y en el propio parlamento de los personajes; mira que hay formas de hacer humor, mira que hay oportunidades y situaciones que pueden dar pie a que sean graciosas..., pues no: eligen lo más extravagante y grueso, un sentido del humor que no existe y que no cabe, pero lo meten, lo retuercen para que reventemos y nos quedemos con cara de «esta gente es idiota».

Los personajes son los mismos que ya conocíamos e incluyen algún que otro más, como el tal Ego de Kurt Russell o el papel casi testimonial del mítico Sylvester Stallone. Luego hay algunos a quienes le dan un protagonismo de campeonato, cosa que no comprendo. Yo creo que hace falta un doctorado para seguir con precisión la historia, aunque voy a permitirme llamarlo culebrón, de los superhéroes. En este caso, toda esa alusión a «los saqueadores» y a Yondu me tenía desconcertada, sobre todo cuando van cambiando las emociones y las motivaciones de los personajes que hasta media hora antes eran muy malos y maltrataban niños; una hora después, son tu familia y le haces un homenaje de quince minutos. O yo no me entero o esto está muy mal explicado y planteado.

El grupito de Guardianes, que además que no sé ni qué es eso de «guardianes» porque más bien parecen mercenarios, igual de sosos que siempre. Peter Quill, más perdido que nunca: su participación en esta historia es nada. Gamora sigue muy verde y muy dura (esto suena un poco mal, ¿no?), el mapache es un cansino, el otro grande que va desnudo puede que sea el que mejor te cae porque sí realmente y baby Groot es muy adorable, sí que lo es, pero ya está. También hay una chica-bicho y Nebula, la hermana de Gamora buscando venganza. Critican mucho a este personaje por sus motivaciones sensibles, pero a mí me ha gustado su historia, es muy dramática, y ella demuestra una gran capacidad de perdón, aunque es posible que sea eso precisamente lo que chirría: de nuevo se va cambiando de intereses, amistades y enemistades de una forma incoherente.

La acción no tiene ni un mínimo de emoción y al final ya ni te importa lo que pase o deje de pasar. Indiferencia completa. Con la música a otra parte.