Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
2
Comedia Johnny Gray (Buster Keaton) es maquinista en un estado del Sur y tiene dos grandes amores: una chica (Anabelle Lee) y una locomotora (La General). En 1861, al estallar la Guerra de Secesión, Johnny intenta alistarse, pero el ejército considera que será más útil trabajando en la retaguardia. Sin embargo, Anabelle cree que es un cobarde y lo rechaza. El maquinista sólo podrá demostrar su auténtico valor cuando un comando nordista ... [+]
3 de octubre de 2015
25 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué curiosos estos sureños de «El maquinista de La General»: están tan contentos de sus hazañas bélicas que incluso parece que van a ganar la guerra. Pobre incautos. Aunque para incauta, yo, que me he acercado a esta película con ilusión contenida. Tenía buenos recuerdos de Buster Keaton por «El héroe del río», si no me equivoco en el título, pero esta obra maestra según el resto del mundo me ha decepcionado de manera estrepitosa.

Hasta dicen que es divertidísima, que no puedes parar de reír... ¿Ehn? ¿Dónde? De nuevo el humor demuestra su extensa subjetividad. Pasemos por alto que no hace ni pizca de gracia. Pensemos que es un drama, una película de aventuras, de acción, de guerra. Si es así, peor me lo pones. Desde un punto de vista ideológico, es lo más ridículamente patriota que he visto en mucho tiempo; sin contar con la loa militarista que perpetra de un modo escandaloso y descarado, sacando pecho al decir eso de «soldado». Porque, claro, «maquinista» no produce el mismo orgullo, dónde va a parar. La guerra es de hombres y dignos; cualquier otra cosa que no sea eso merece nuestro desprecio, ¿verdad, Anabelle Lee?

De acuerdo, el mensaje es peligroso, pero qué hay del resto. El resto es soporífero, aburridísimo y larguísimo. Juraría que la película dura más de los setenta y cuatro minutos que dura, porque se me ha hecho eterna. No ocurre nada diferente a ir por los carriles del tren pasando de un vagón a otro y dirigiendo la locomotora. En algún momento salen en una casa y luego no sé qué de un puente, pero estás demasiado amodorrado para que te despierte interés. Eso sí, admitiré como mérito los efectos especiales en las escenas de acción, que son muy destacables para el año 1926. Por lo demás, desengáñate: la limitada e infantiloide historia es solo un pretexto para envolverse en barras y estrellas y para que Keaton se caiga tropecientas veces. Ni la grandilocuente música ayuda a la victoria.

Otro clásico derrotado.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow