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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Thriller. Intriga Un rico industrial llamado Henrik Vanger (Sven-Bertil Taube) contrata al periodista Mikael Blomqvist (Michael Nyqvist) para que averigüe qué fue de su sobrina Harriet, que desapareció sin dejar rastro hace 40 años. Adaptación al cine de la primera parte de la trilogía "Millenium" del escritor sueco Stieg Larsson. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2009
26 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tienen ante ustedes a otro espectador cuestionándose si Lisbeth Salander es el mismo personaje que aparece en la novela, no. De hecho, este espectador ni siquiera la ha leído, pero las dudas surgen entorno al trazo otorgado al personaje de la propia Lisbeth: muchos hablan sobre un protagónico femenino que se aleja de los tópicos, que no es manipulada ni se mueve a raíz de lo que hace el protagonista masculino, que es independiente y posee fuerza, y un montón de características que, no sólo se han visto ya en múltiples personajes de esa índole (sin ir más lejos, hay un claro ejemplo en "Lila dice" de Doueiri), sino estaban muchísimo mejor trazados, porque la queja no es que se pueda alejar de los tópicos, que esté más cerca o que los esquive, cosa que a mí, a estas alturas, ni me importa. La cosa es saber que la mueve a actuar, porque si hoy dice blanco mañana negro y, por último, porque cuando Kale le espeta "Tú lo sabes todo sobre mi, y yo no sé nada sobre ti", el público siente exactamente lo mismo. Y no me vale la burda excusa de que es un personaje libre: es un personaje mal trazado, qué cojones.

El mismo cuento, por desgracia, se puede aplicar a "Los hombres que no amaban a las mujeres" en general, el de una película mal trazada, sin tono concreto, que tan pronto pretende incomodar y hacer pasar un mal trago (conmigo, reconozco que lo logró en las secuencias del tutor), como sin venir a cuento meter morralla que no tiene cabida por estar introducida con precipitación (como la parida de la madre, por poner un ejemplo) y por desenlazarse directamente de los parámetros marcados anteriormente.

Otra cosa que me mosquea y mucho, es esa tontería que resulta ventilarse el final en 20-25 minutos cuando llevas más de 120 minutos dando la chapa. Que hay que tener unos huevos gordos, también.
A la salida del cine, la amiga con la que fui me comentaba que eso se suele dar en la literatura: ni le quité la razón, ni se la di, puesto que aunque no soy un ávido lector, ya me he topado con más de un caso, pero la cuestión es... ¿y a mi qué carajo me importa lo que se dé en la literatura? estamos hablando de cine, de un arte donde no te puedes ventilar 4 o 5 conflictos por la puta cara en 20 min., sin ofrecer explicaciones, sin madurarlos, sin, en definitiva, darles un poco de cancha.

Por último, y ensalzando también alguna virtud, cabría destacar que la culminación del conflicto no está mal trenzada del todo (aunque los motivos sean, para variar, del todo absurdos, y uno ya se vaya acostumbrando) y que, como ya he dicho antes, durante algún instante, mantienes la esperanza de que con "Los hombres que no amaban a las mujeres" tengas ante ti un trabajo distinto, más puramente nórdico, de raíces más europeas, incluso un pelín más radical y transgresor... Agua de borrajas, a fin de cuentas. Estos tíos les cortan el rollo, igual que lo acabo de cortar yo ahora mismo. Y a hacer caja se ha dicho...
Grandine
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