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Voto de Jason:
2
5,5
10.886
Drama. Comedia
Roberto (José Mota) es un publicista en paro que alcanzó el éxito cuando se le ocurrió un famoso eslogan: "Coca-Cola, la chispa de la vida". Ahora es un hombre desesperado que, intentando recordar los días felices, regresa al hotel donde pasó la luna de miel con su mujer (Salma Hayek). Sin embargo, en lugar del hotel, lo que encuentra es un museo levantado en torno al teatro romano de la ciudad. Mientras pasea por las ruinas, sufre un ... [+]
18 de mayo de 2013
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que a un país se le conoce por lo que echan en la televisión y no andan mal encaminados los que dicen esto. Porque la chispa de la vida es, queramos o no, un retrato a pie de calle de lo que es la triste sociedad española actual.
Porque en ésta particular broma llamada la chispa de la vida también tenemos paro, familias rotas, suicidios anónimos, políticos corruptos, telebasura; (rumore, rumore), demagogia a raudales, sanguijuelas oportunistas (como en el papel que interpreta Fernando Tejero), falsos amigos, periodistas en busca de la noticia mas morbosa, publicidad política, espontáneos buscando su minuto de gloria y a un José Mota con un curioso hierro clavado en el cerebro, pero que ojo, se encuentra mejor que nunca, porque puede mover los brazos y las piernas y hablar ante las cámaras de la televisión mejor que un político en campaña electoral. No se levanta del suelo, porque la tomadura de pelo sería ya antológica. Así que permanece quieto en el suelo, vigilado por alguno de esos que hay parados siempre estorbando en los rodajes, para que no ladee demasiado la cabeza y se nos vaya la poca chispa de ésta ridícula película. Entonces es cuando le vemos y nos damos cuenta que no sale de su rol, pues le da por interpretar uno de esos papeles típicos que nos regala en sus resultones sketchs de televisión. No sé si alguien le ha dicho alguna vez que para hacer una película hay que saber interpretar y ponerse un poco serio. Yo creo que si que sabe interpretar pero los directores ya le han encasillado y no le dejan innovar. El señor de la Iglesia pensó que aprovechando el tirón que tiene el señor Mota en la televisión, pues eso, tú haz lo mismo de siempre que la gente a poco que hagas quedará encantada.
Por favor, un poco de seriedad, que hay gente que paga una entrada para ir al cine o se compra el dvd. Pero no, vamos a lo fácil. Vamos a darles lo que quieren los espectadores; chistes malos, cutrez interpretativa y muchas escenas sin sentido. Total si funciona con Torrente, que meten a tropecientos mil frikis del corazón que no han dado un palo al agua en su vida, como no va a funcionar ésto que parece un pelín mas serio.
Lástima que en vez de guardias de seguridad no pusieran a Torrente controlando a las masas. Estoy seguro que la recaudación de taquilla habría sido histórica.
En el spoiler cuento porque me pareció tan mala ésta película. Si es que nos toman el pelo y encima se lo subvencionamos todos.
Porque en ésta particular broma llamada la chispa de la vida también tenemos paro, familias rotas, suicidios anónimos, políticos corruptos, telebasura; (rumore, rumore), demagogia a raudales, sanguijuelas oportunistas (como en el papel que interpreta Fernando Tejero), falsos amigos, periodistas en busca de la noticia mas morbosa, publicidad política, espontáneos buscando su minuto de gloria y a un José Mota con un curioso hierro clavado en el cerebro, pero que ojo, se encuentra mejor que nunca, porque puede mover los brazos y las piernas y hablar ante las cámaras de la televisión mejor que un político en campaña electoral. No se levanta del suelo, porque la tomadura de pelo sería ya antológica. Así que permanece quieto en el suelo, vigilado por alguno de esos que hay parados siempre estorbando en los rodajes, para que no ladee demasiado la cabeza y se nos vaya la poca chispa de ésta ridícula película. Entonces es cuando le vemos y nos damos cuenta que no sale de su rol, pues le da por interpretar uno de esos papeles típicos que nos regala en sus resultones sketchs de televisión. No sé si alguien le ha dicho alguna vez que para hacer una película hay que saber interpretar y ponerse un poco serio. Yo creo que si que sabe interpretar pero los directores ya le han encasillado y no le dejan innovar. El señor de la Iglesia pensó que aprovechando el tirón que tiene el señor Mota en la televisión, pues eso, tú haz lo mismo de siempre que la gente a poco que hagas quedará encantada.
Por favor, un poco de seriedad, que hay gente que paga una entrada para ir al cine o se compra el dvd. Pero no, vamos a lo fácil. Vamos a darles lo que quieren los espectadores; chistes malos, cutrez interpretativa y muchas escenas sin sentido. Total si funciona con Torrente, que meten a tropecientos mil frikis del corazón que no han dado un palo al agua en su vida, como no va a funcionar ésto que parece un pelín mas serio.
Lástima que en vez de guardias de seguridad no pusieran a Torrente controlando a las masas. Estoy seguro que la recaudación de taquilla habría sido histórica.
En el spoiler cuento porque me pareció tan mala ésta película. Si es que nos toman el pelo y encima se lo subvencionamos todos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
- Minuto 14: Roberto (José Mota) mete en el radiocasete del coche una cinta de HACE DECE, que no AC/DC, no: (es que resulta mas gracioso. Ah si, si, ya lo pillo... que chistosos estos guionistas ¡¿?!) y a ritmo de "Highway to hell", el apocado protagonista se convierte en una fiera dispuesta a comerse el mundo.
- Minuto 17: Recordando tiempos mejores llega a lo que fue un emblemático hotel y se mete en una obra. Ni corto ni perezoso atraviesa una cadena con un cartel advirtiéndole de que está entrando en un lugar peligroso. Roberto avanza como si nada, buscando no se sabe qué y a pesar de las advertencias del guardia de seguridad, enfila para adelante y se lanza contra una estatua, que aparece colgada de una cadena, a nada menos que una grúa suspendida a muchos metros del suelo. ¿Qué hace aquello allí?. Ni idea. Pero queda muy bien para simular la caída de nuestro "sufrido" protagonista. Entonces la mala suerte quiere que caiga al vacío y se le incruste un hierro en la parte trasera de la cabeza. Milagrosamente sale vivo. En la gran mayoría de las películas y en la vida real, el impacto de la caída sería tan brutal que el hierro le habría atravesado la cabeza de lado a lado, muriendo al instante, pero no, Roberto (José Mota) es un tío con chispa, es decir con buena suerte en la vida. Olé por los guionistas. Que derroche de "genialidad".
- Minuto 20: Roberto llama a su mujer (Salma Hayek) para decirla en plan jocoso que se va a retrasar un poco porque se le ha clavado un hierro en la cabeza. (Tronchante. No te digo ya en la vida real si llamas a casa en ese plan, seguro que tus familiares se mean de la risa).
- Minuto 23: Entra en escena el médico del chaleco fluorescente, presentándose al herido. A lo que el "moribundo" (José Mota) le contesta tranquilamente que se llama Roberto. Fíjate si ésta mal que después tiene humor el tío para preguntarle al médico que es lo que le pasó en la cara. Vamos que muy mal no debe estar digo yo.
- Minuto 32: Lo ridículo que resulta la gente sentada tranquilamente en el anfiteatro romano. Parece como si estuviesen viendo una obra de teatro mala.
- La escena en que está hablando con su hija y la dice: - Tu estudia, no vengas a verme, que estoy bien. A pesar de que tiene un hierro en la cabeza y su hija se acaba de enterar. Que sí figura, que se queda en casa a estudiar, no te preocupes...
- Al final de la película cuando Salma Hayek da el patadón ese a la maleta con los dos millones de euros. Rica no se hará en la película pero yo la contrataba para hacer saques de honor en los partidos de fútbol. ¡Qué bestia la tía!.
- Minuto 17: Recordando tiempos mejores llega a lo que fue un emblemático hotel y se mete en una obra. Ni corto ni perezoso atraviesa una cadena con un cartel advirtiéndole de que está entrando en un lugar peligroso. Roberto avanza como si nada, buscando no se sabe qué y a pesar de las advertencias del guardia de seguridad, enfila para adelante y se lanza contra una estatua, que aparece colgada de una cadena, a nada menos que una grúa suspendida a muchos metros del suelo. ¿Qué hace aquello allí?. Ni idea. Pero queda muy bien para simular la caída de nuestro "sufrido" protagonista. Entonces la mala suerte quiere que caiga al vacío y se le incruste un hierro en la parte trasera de la cabeza. Milagrosamente sale vivo. En la gran mayoría de las películas y en la vida real, el impacto de la caída sería tan brutal que el hierro le habría atravesado la cabeza de lado a lado, muriendo al instante, pero no, Roberto (José Mota) es un tío con chispa, es decir con buena suerte en la vida. Olé por los guionistas. Que derroche de "genialidad".
- Minuto 20: Roberto llama a su mujer (Salma Hayek) para decirla en plan jocoso que se va a retrasar un poco porque se le ha clavado un hierro en la cabeza. (Tronchante. No te digo ya en la vida real si llamas a casa en ese plan, seguro que tus familiares se mean de la risa).
- Minuto 23: Entra en escena el médico del chaleco fluorescente, presentándose al herido. A lo que el "moribundo" (José Mota) le contesta tranquilamente que se llama Roberto. Fíjate si ésta mal que después tiene humor el tío para preguntarle al médico que es lo que le pasó en la cara. Vamos que muy mal no debe estar digo yo.
- Minuto 32: Lo ridículo que resulta la gente sentada tranquilamente en el anfiteatro romano. Parece como si estuviesen viendo una obra de teatro mala.
- La escena en que está hablando con su hija y la dice: - Tu estudia, no vengas a verme, que estoy bien. A pesar de que tiene un hierro en la cabeza y su hija se acaba de enterar. Que sí figura, que se queda en casa a estudiar, no te preocupes...
- Al final de la película cuando Salma Hayek da el patadón ese a la maleta con los dos millones de euros. Rica no se hará en la película pero yo la contrataba para hacer saques de honor en los partidos de fútbol. ¡Qué bestia la tía!.