El show de Truman, tu vida no es tuya, estás aquí de prestado, tu cuerpo es una pura carcasa, La fuga de Logan, mundo opresivo distópico, Mentiras arriesgadas, agente no tan secreto con esposa morrocotuda al mando, Matrix, en verdad estás sentado en una máquina, atado a una computadora, eres un holograma, también el elegido, la puta salvación encarnada, el doble y el mogollón, soledad y muchedumbre, eres todos y nadie, V, la resistencia, los disfraces o uniformes de la policía, mucha policía, de los hombres masa al muere y Criminal por lo chocarrero cerebelo.
Anasagasti Ironside (tremendo actorazo poco reconocido o valorado) versus Pujol Kuato, duelo a muerte en Marte de la política española más cafre, esa entente o suerte.
Mezcla las dudas angustias sobre la identidad/realidad de K. Dick o la paranoia como de arte obra, el gusto por la violencia y el sarcasmo de Verhoeven, dame por favor mucha más sangre, las aventuras clásicas de toda la vida de dios, sí, claro, al final se confirma el chiste o la broma, chico conoce chica y salvan el mundo, o los mundos, arreglan el universo de un plumazo por sus cojones morenos luchando a brazo partido contra malotes, la cosa fauna de Star Wars interplanetaria intergaláctica mutante ambidiestra multiversa, los ojos saltones como de Marty Fledman y el humor y el disparate y el despelote con bastante solvencia y salero, con sus muchos altibajos, aciertos y errores, sus más y sus menos, sus muchas revoluciones, rusa montaña, y cuanto más acelero... Digna, disfrutona, una de cal y otra de sangre y arena (necesitó venir a España, cómo no, la increíblemente guapa Sharon, el copón, para tomar el impulso necesario para auparse en su carrera, lógicamente). Una rubia y otra morena, zarzuela. Realidad y (la vida es) sueño son lo mismo. Diferentes perros, iguales (la) collares.
Tomarse unas vacaciones de uno mismo, eso es lo que todo el mundo quiere o desea y solo lo logra o consigue por escasos momentos, a ratos efímeros, paraísos artificiales, y cuando te despiertas, te encuentras al mismo capullo dentro de ti, ni con bisturí, fuera de mí. O tú no eres en verdad tú, eres yo o tal vez el otro o el de más acá o acullá, quizás todos los demás, uno, ninguno o cien mil.