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Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
57.379
Thriller. Acción. Drama
Yuri Orlov, un traficante de armas ruso, recorre los países en guerra intentando eludir no sólo la persecución de un implacable agente de la Interpol, sino también la de sus rivales en el negocio e incluso la de alguno de sus clientes, todos ellos importantes dictadores. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2022
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La muerte sin (con) muchos remilgos.
No sé si me molesta más en las partes, se toca, la mayoría, en las que alardea de cómo to chulo así funciona el mundo y yo lo sé de pe a pa, soy un súcubo, o en las otras, menos pero igual de dolorosas, en las que cojea de moralismo de alpargata de gente con conciencia, hasta él mismo de repente, que a veces se les sale por las orejas, la puta culpa me inunda, les ahoga, el hurgue o reconcome les atora, pero en verdad ni lo uno ni lo otro, junto todo, ese tono gamberro grotesco potrero provocador efectista, tanto aire, dislate, estrambote, palabrería chulesca, hasta escenas que se veían venir a leguas de distancia por descaradamente anunciadas, llamativas, evidentes, muy vistas, pretendidamente impactantes pero tan previsibles por convencionales, el (anti)didactismo, el sensacionalismo, la brocha la tengo to gorda, la sorna cuartelera, el tópico al dente conquistó el mundo perdió el alma hasta nueva orden por el camino, el mal te mata por dentro mientras te arruina el güito. El mito del timo imito.
Rusia o Ucrania o de la ex Unión Soviética tenía que venir, asolar, el mal o pecado original. Mancha indeleble que jamás se podrá borrar ni con la perla de Perlan.
No sé si me molesta más en las partes, se toca, la mayoría, en las que alardea de cómo to chulo así funciona el mundo y yo lo sé de pe a pa, soy un súcubo, o en las otras, menos pero igual de dolorosas, en las que cojea de moralismo de alpargata de gente con conciencia, hasta él mismo de repente, que a veces se les sale por las orejas, la puta culpa me inunda, les ahoga, el hurgue o reconcome les atora, pero en verdad ni lo uno ni lo otro, junto todo, ese tono gamberro grotesco potrero provocador efectista, tanto aire, dislate, estrambote, palabrería chulesca, hasta escenas que se veían venir a leguas de distancia por descaradamente anunciadas, llamativas, evidentes, muy vistas, pretendidamente impactantes pero tan previsibles por convencionales, el (anti)didactismo, el sensacionalismo, la brocha la tengo to gorda, la sorna cuartelera, el tópico al dente conquistó el mundo perdió el alma hasta nueva orden por el camino, el mal te mata por dentro mientras te arruina el güito. El mito del timo imito.
Rusia o Ucrania o de la ex Unión Soviética tenía que venir, asolar, el mal o pecado original. Mancha indeleble que jamás se podrá borrar ni con la perla de Perlan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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