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Voto de Ferdydurke:
6
7,6
43.280
Comedia
Hrundi V. Bakshi es un patoso actor de origen hindú que se encuentra rodando una película en el desierto. Por sus continuas meteduras de pata, es despedido del rodaje. Inesperadamente, recibe una invitación para asistir a una sofisticada fiesta organizada por el productor de su última película. Gracias a Hrundi, en la fiesta se producirán las situaciones más disparatadas. (FILMAFFINITY)
26 de julio de 2022
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Namasté.
No tiene gracia ninguna y está bien, por eso, ya que cuando trata/intenta lograr desesperadamente el efecto cómico, el gag, la caga, se alarga, espesa, es vasta, aciaga, elegante e intencionada en su nada, pautada, guionizada, sabia, pero en cambio, en la parte más final, cuando se impone el puro caos sin apenas forma que valga, el goce dolor físico, el abismo rampante, la perdición de los hombres, eureka, la destrucción dionisíaca, el acabose como una de las bellas artes, el desarreglo de todos los sentidos, la bacanal la saturnalia la orgía, la fiesta de la espuma, el vacío que succiona/acaricia/colma/surca, la entropía, la muerte que acecha con toda su primigenia algarabía a la vuelta de la esquina, el accidente como modus operandi, el error como lema, triunfa, ahí sí, nos turba, tumba, alegra, arrebata, emociona, identifica, extasía, libera, nos da, para mucho variar, ganas de probar, por fin, ya era hora, la vida, a ver a qué sabe huele, la muy puta.
El aislamiento del individuo contemporáneo, el extranjero o foráneo brillante raro frente a la mediocridad mansa de la masa, la tensión eterna entre Oriente y Occidente, entre capitalismo y comunismo pobres y ricos, la grima pop kitsch, la crítica bestia a los Beatles y a todos los tontos seguidores los pobres a la moda, a tanto papanata chupando polla del santón hindú de turno, ponte a la cola, a rebufo, es lo suyo, los hombres, las mujeres, Harvey Weinstein, de todo un poco y Dios en la de todos.
Y el triciclo o la tricicle.
La pena es que se queda (muy) corta. Llega demasiado tarde. Tendrían que haberlo llevado al extremo, romperlo todo, iniciar la revolución definitiva, patafísica, surrealista, patrañuela, mesmérica, desaforada, sandunguera, espasmódica, saltimbanqui, a lo burro, a la barbarie, a lo bruto, sin prisioneros, al aniquilamiento de todo lo conocido y por conocer, empezar desde cero, lo cual es completamente imposible, perfecto, ni títere con cabeza, el cielo.
No tiene gracia ninguna y está bien, por eso, ya que cuando trata/intenta lograr desesperadamente el efecto cómico, el gag, la caga, se alarga, espesa, es vasta, aciaga, elegante e intencionada en su nada, pautada, guionizada, sabia, pero en cambio, en la parte más final, cuando se impone el puro caos sin apenas forma que valga, el goce dolor físico, el abismo rampante, la perdición de los hombres, eureka, la destrucción dionisíaca, el acabose como una de las bellas artes, el desarreglo de todos los sentidos, la bacanal la saturnalia la orgía, la fiesta de la espuma, el vacío que succiona/acaricia/colma/surca, la entropía, la muerte que acecha con toda su primigenia algarabía a la vuelta de la esquina, el accidente como modus operandi, el error como lema, triunfa, ahí sí, nos turba, tumba, alegra, arrebata, emociona, identifica, extasía, libera, nos da, para mucho variar, ganas de probar, por fin, ya era hora, la vida, a ver a qué sabe huele, la muy puta.
El aislamiento del individuo contemporáneo, el extranjero o foráneo brillante raro frente a la mediocridad mansa de la masa, la tensión eterna entre Oriente y Occidente, entre capitalismo y comunismo pobres y ricos, la grima pop kitsch, la crítica bestia a los Beatles y a todos los tontos seguidores los pobres a la moda, a tanto papanata chupando polla del santón hindú de turno, ponte a la cola, a rebufo, es lo suyo, los hombres, las mujeres, Harvey Weinstein, de todo un poco y Dios en la de todos.
Y el triciclo o la tricicle.
La pena es que se queda (muy) corta. Llega demasiado tarde. Tendrían que haberlo llevado al extremo, romperlo todo, iniciar la revolución definitiva, patafísica, surrealista, patrañuela, mesmérica, desaforada, sandunguera, espasmódica, saltimbanqui, a lo burro, a la barbarie, a lo bruto, sin prisioneros, al aniquilamiento de todo lo conocido y por conocer, empezar desde cero, lo cual es completamente imposible, perfecto, ni títere con cabeza, el cielo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un elefante se balanceaba... Y por qué no también una pulga y un oso, una marmota y un vencejo, un espinete, una raposa, una serpiente, cobra, una iguana y una zarigüeya, una cigarra y una hormiga, una hiena sin boba sobrevalorada risa.
Agente del caos que desenmascara la farsa de la realidad cotidiana y la desnuda o expone en su justa medida, como esencial chapuza estafa fracasa frustra saca la fusta, estupidez profunda, que desencadena, que genera.
Y sin droga, abstemio, austero, ecológico, frugal, un místico, una deidad. No como el amigo o compañero de armas que tal baila necesita muletas, borrachera.
Y la negra bailaba, diario de una camarera.
Agente del caos que desenmascara la farsa de la realidad cotidiana y la desnuda o expone en su justa medida, como esencial chapuza estafa fracasa frustra saca la fusta, estupidez profunda, que desencadena, que genera.
Y sin droga, abstemio, austero, ecológico, frugal, un místico, una deidad. No como el amigo o compañero de armas que tal baila necesita muletas, borrachera.
Y la negra bailaba, diario de una camarera.