Si bien la carga emocional de la película disminuye en esta tercera entrega, el entretenimiento puro sube de manera exponencial. Es una película hecha para la taquilla, está claro, pero no olvidemos que el director es nuevamente Stallone (que, a mi juicio, es una persona con mucho criterio), por lo que sabrá encargarse de todo lo que rodea a Rocky.
Rocky éstá en la cima del boxeo, es el hijo predilecto de Filadelfia, ha defendido el título en 10 ocasiones derrotando a sus rivales con facilidad y le hacen estatuas en su propia ciudad. Es el aclamado Rocky Balboa.
Sin embargo, aparece Clubber Lang, un boxeador con una pegada brutal que amenaza el trono de Rocky. Rocky decide retirarse, pero Clubber hace que Rocky se enfade y quiere una última pelea contra el, y ahí está la carga emocional de la película.
Rocky se ha rodeado de pocas personas, pero son personas que le quieren y que cuidan por el, como Mick y Adrian. Mick es consciente de que Rocky no tiene el hambre que tenía como cuando se enfrentó a Apollo, y Adrían considera que le ha llegado el momento de la retirada (aunque luego Adrian tiene un papel importantísimo). Así pues, las cosas se presumían muy mal contra Clubber en el último combate de Rocky, y así fue, Clubber venció a Rocky y le quitó dos cosas de un plumazo, el título de campeón mundial y la vida de Mick, quién muere de un ataque al corazón provocado por un encontronazo con Clubber Lang.
Rocky se retira habiendo perdido y sin Mick, sin saber porque Mick había concertado enfrentamientos sencillos para Rocky y porque nadie le había dicho lo que sucedía. ¿Acaso el ya no era lo suficientemente bueno?
En estas entra en acción Apollo Creed, quien a cambio de "un favor" propone a Rocky ser entrenado por el para machacar a Clubber. Rocky accede, pero algo ha cambiado en el, algo que no le permite dar el máximo. Es su orgullo boxístico. En la charla en la playa que mantienen Adrian y Rocky, Adrian da una lección a Rocky y le ayuda a superar su miedo, el miedo al no saber que pasará. "¿y si pierdo?...pues pierdes!!" No importaba ganar o no, importaba no dejarse nada dentro, no vivir con la terrible carga de que hubiera pasado sin haberlo intentado.