Esta película es de ese género de acción ya visto varias veces desde tiempos inmemorables. Un o una protagonista que resultan ser asesinos en serie expertos en matar, luchar y sobrevivir en un mundo caótico donde todo se le viene cuesta arriba e intentar sobrepasar el mal momento.

Este film se mantiene gracias a Mary Elizabeth Winstead, actriz para mí infravalorada (no olvidemos su papel en la serie Fargo). Ella mantiene en pie a la película, no por su actuación, si no por las ganas que tiene de poner seriedad al asunto.

Las escenas de acción están bien, aprovechan el escenario luminoso de Japón y el buen acompañamiento que hace la pequeña compañera asiática que acompaña a la protagonista. Pero el resto está lleno de tópicos de este tipo de películas, con personajes típicos de este tipo de películas y supuestos giros de guion que tendrían que sorprender pero que no lo hacer, y que, obviamente, es típico de este tipo de películas.