Homenaje y mitificación del jazz moderno "be bop", de los clubs nocturnos parisinos y de la amistad.
Cargada de música para saxo, se trata de una recreación libre de las vidas de Lester Young y Bud Powell.
Un vagamundo melómano del jazz se encuentra con su ídolo en París y, termina por acogerlo en su casa, recuperarlo de su adicción al alcohol y regresar con él en su retorno a Norteamérica. A todo esto, tiene abandonada a su hija, a su novia y su trabajo como diseñador gráfico, por su idolatrado amigo saxofonista.
No es una ofrenda más sobre el jazz; es la mayor y más cargante cinta que adula este complejo estilo musical. Quiere dignificarlo tanto que, resulta inapetente, extenuante y sobrecargada de música, por momentos aburrida y tediosa (como me parece el jazz tras una decena de piezas escuchadas). Además, para nada profundiza en el drama que genera el alcoholismo y la soledad del músico. Dexter Gordon está fenomenal (se muestra tal y como es), pero F. Cluzet se muestra demasiado contemplativo e histriónico por momentos.
Como película deja mucho que desear, muy por debajo de su hermana mayor "Bird". Solo recomendable para melómanos y mitómanos del jazz.