Por norma general siempre que se hace una película de un videojuego los resultados pueden ser generalmente desastrosos pero en Free Guy se da el milagro. Es por eso que le he puesto una nota por encima del 6 promedio.

Quizás su éxito radique en que no es el reflejo de un videojuego sino de toda la industria. A lo largo de la película nos acompañan guiños a este entretenimiento y un poco de crítica del mismo, como los ejecutivos del sector sin escrúpulos que buscan hacer dinero como sea vendiendo lo mismo con la dinámica de sagas que ganaron la fama y se echaron a dormir o la violencia en el videojuego y la casi ausencia de alternativas no violentas.

Añadir unos efectos especiales que resultan divertidos y no cansan, un Ryan Reynolds que siempre cumple pero sin destacar y un guion que ha sabido hacer los deberes e informarse de lo que habla con una intención comercial pero que no resulta básica ni simple.