Pasada ya por este que escribe la barrera de los 40 tacos, en el año en el que te van diciendo que los 4K ya no se llevan y que tienes que irte a los 8K; en el que prácticamente todos los parámetros de tu vida se controlan desde la muñeca; cuando vas a tu plataforma de series para ver que nueva serie empezar y te da tiempo a comerte un paquete de palomitas antes de llegar desde la A a la Z en el maremagnumn de títulos disponibles.... encuentras una joya como esta.

Mi puntuación, no es debida a la calidad técnica mostrada en pantalla, ni al guión, ni a las interpretaciones, es una puntuación dada a una sensación, igual que la obtenida cuando vas a un restaurante que te pilla en una localidad de paso, en el que nunca has entrado y vas con algo de prisa para volver a tu casa antes de anochecer, en el que no has mirado en tripadvisor ni referencia alguna, entras con riesgo, algo indeciso y te pides a comer algún plato recomendado del día, y según avanzas en la comida te gusta el servicio, con un trato cercano pero sin invadir tu privacidad, te gustan los entrantes, la limpieza del sitio, el primer plato, el segundo además rico y bien despachado, y de postre te ofrecen algo realizado de forma casera que hace la madre del dueño desde su pasión por la cocina tradicional y que podría competir con cualquier postre de construcción arquitectónica; y cuando pides la cuenta para pagar, te traen una botella de tu licor de chupitos preferido para que te sirvas a gusto, y todo ello por un precio del bar de tu barrio.

Esta sensación es cobra Kai, una serie sin pretensiones, realizada por fans, para fans y que toca nuestra coraza sentimental sirviendo platos en raciones perfectamente proporcionadas de drama, comedia, acción e intriga. Golpea primero, golpea directo, ... golpea al corazón.