Ciudad de vida y muerte comienza como las mejores películas bélicas, trepidante llena de ritmo, pero a medida que va avanzando la película se vuelve mas oscura, o quizás, mas brillante mas humana. Lu Chuan relata esta historia desde dos puntos de vista, no obstante la cinta no cae en lo fácil, en el maniqueísmo sino en todo lo contrario, desde un punto de vista riguroso narra las atrocidades del ejercito japonés. Desde otro punto, su lado mas compasivo, la muestra de solidaridad y civismo del soldado japonés, personaje realmente impresionante, lleno de matices, de dudas, de tristeza pero sobre todo de humanidad.

La película es muy dura, muchas escenas son brutales, pero tambien es cierto que se respira en ella una bellaza ciertamente difícil de explicar si no has visto la pelicula, esa clase de belleza que duele, que nos recuerda que somos.

La película ha sido rodada de forma magistral, destaca como ya he dicho antes su fotografía, pero tambien su guión y las interpretaciones de los actores, especialmente el protagonista(de ser occidental ganaria el óscar).

Ciudad de vida y muerte, es sin duda para mi una de las obras maestras del cine en el nuevo siglo. Nos muestra como el cine oriental no tiene por que tener barreras pues, este canto a la vida, a la esperanza en lo bueno del ser humano, ha roto fronteras culturales y nos acerca al lejano oriente, nos acerca a nuestro lado mas humano.