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Voto de Juan Marey:
8
Drama Tras cumplir una condena por vengar la violación de su novia por Julio González, Aurelio vuelve a su pueblo. Al llegar se entera de que su madre ha muerto y que su novia vive exiliada del pueblo con su hijo, fruto de la violación. Aurelio decide casarse con ella y olvidar el pasado, pero Julio y su hermano Ramiro no están dispuestos a dejarlos en paz. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2023
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El revolucionario del cine mexicano, Emilio “El Indio” Fernández quizás sea el principal artífice y emblema de la llamada época de oro del cine mexicano, siendo uno de los directores más destacados de su tiempo. Combatiente en la revolución mexicana y hecho preso en 1923, Emilio escapó y se exilió hacía los Estados Unidos donde trabajó de lavandero, camarero, estibador, ayudante de prensa, y finalmente, albañil, cerca de los estudios de Hollywood, oficio que consecuentemente lo llevó a ser un constante extra y hasta doble de estrellas, principalmente de Douglas Fairbanks. Sin embargo, en su paso definitivo hacia la grandeza fílmica faltaba una gran pieza, y es que si bien comenzó a emprender algunos oficios que gradualmente le hicieron adquirir todos sus conocimientos en actuación, dirección y guion, fue en 1930 cuando dicho elemento completó ese complejo rompecabezas: Sergei Eisenstein, su principal influencia narrativa y visual, tres años después del experimento del ruso llamado ¡Qué Viva México!, se confirmaría no solo el amor de Sergei por México, sino también la concepción de una pasión fílmica sin precedentes que llevarían a “El Indio” a construir su propio estilo, enfocado en evocar todos los valores del patriotismo, de la sociedad y de la cultura mexicana, estéticamente basados en el ambiente revolucionario (y post revolucionario) en el que nació, se forjó y evolucionó tanto su obra como su persona.

Emilio Fernández estaba en la cima de su carrera cuando hizo “Pueblerina”, una demostración de lo que podía lograr incluso con un bajo presupuesto, sin un reparto estelar, está protagonizada por dos actores hasta entonces de segunda categoría (unos extraordinarios Roberto Cañedo y Columba Domínguez, por cierto, pienso que Columba Domínguez merece un lugar más destacado entre las grandes actrices mexicanas de aquellos años) y rodada en apenas tres semanas. Es considerada por críticos e historiadores del cine mexicano como una de las mejores películas de Fernández, nunca los elementos típicos del mundo “Emiliano” han estado al servicio de una historia que, por ser tan simple y universal, articula los procedimientos de construcción de la narrativa fílmica para condensarlos con sencillez y sinceridad. La fotografía corre a cargo de un grande, Gabriel Figueroa, admirable como sabía cuidar la composición fotográfica, la luz y, sobre todo, la simbología popular que representaba visualmente en sus encuadres, a destacar también su expresionismo visual, las sombras y la luz fueron dos técnicas que manejó de una forma magistral como fotógrafo de cine, todo esto nos lo muestra a la perfección en esta excelente película.

Otro de los aspectos que más destacan en “Pueblerina” es la tipificación de los personajes a través de su inserción en el paisaje, Aurelio y Paloma marcan la pureza de la familia en su trabajo en la tierra, evocando una armonía Hombre-Naturaleza, amenazada en este caso por los hermanos González (Julio y Ramiro), los hombres más ricos del pueblo, obsesionados con expulsar a Aurelio e imponer el terror a todos si se incumplen sus órdenes. Se trata de una pareja cuyo amor y fortaleza responden al sufrimiento de la soledad y el rechazo de la comunidad, son dos marginados, que juntos intentan superar las adversidades impuestas por la intriga y la codicia de los hombres. El amor por la tierra une a la pareja rechazada, caracterizado por la dedicación de la mujer y el desinterés del hombre, este es quizás el tema principal de la obra de Fernández, el amor a la tierra, “Pueblerina” es la culminación de este culto “Emiliano”, que se expresa de la manera más sencilla, sin caer en el patrioterismo y los diálogos pomposos, es una película sobre la tierra a través de personajes directamente vinculados a la tierra, cuyas vidas dependen de ella.

De las mejores películas de Emilio Fernández, un film con aires de western que bien podría haberlo firmado el maestro John Ford, una película más vigente que nunca gracias a su argumento centrado en la miseria humana, el abuso y violación, una historia que conmueve y llena de rabia a partes iguales. La etiqueta de su título se extiende hacía un director que en efecto, siempre se consideró como “pueblerino”, logrando no solo captar el entorno minimalista de una cultura que arrastraba el caos de la guerra, sino también difundirla hacía al exterior con una madurez artística digna y al nivel de todos los maestros europeos y americanos de aquel tiempo.
Juan Marey
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