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Voto de Tonib:
4
7,2
15.367
Thriller
Kyung-chul es un psicópata peligroso que mata por placer y que ha cometido varios asesinatos con unos métodos diabólicos difíciles de imaginar. Sus víctimas son chicas jóvenes. La policía lleva tiempo intentando capturarlo. Un día, aparece asesinada la hija de un jefe de policía retirado. El novio de la chica, un agente secreto, jura vengarse. (FILMAFFINITY)
27 de diciembre de 2011
53 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película nos cuenta la venganza del novio de una chica asesinada, que es agente secreto, contra el asesino en serie que la ha matado.
La película tiene sus altibajos e incongruencias, pero resulta bastante potable, con algunas escenas con fuerza y tensión, hasta el primer encuentro entre vengador y criminal.
A partir de ahí, todo lo demás es insostenible.
La película tiene sus altibajos e incongruencias, pero resulta bastante potable, con algunas escenas con fuerza y tensión, hasta el primer encuentro entre vengador y criminal.
A partir de ahí, todo lo demás es insostenible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La policía coreana tiene mucha suerte: ya sabe quiénes son los sospechosos de ser asesinos en serie: sólo cuatro. Por qué no los detiene o vigila, es un misterio inexplicado.
Una vez el agente secreto pilla al que es...¿Qué hacer? ¿Qué hacer con un asesino del que se quiere vengar? Si uno es moral, lo entrega a la policía; si el "ojo por ojo" es más fuerte que el deber, remata su venganza matándolo; si tiene cómplices peores, lo suelta muy vigilado para llegar hasta los más malos; si el que castiga tiene rasgos psicópatas y está dentro de una peli gore, lo retiene y le tortura hasta cansarse y llegar, como mínimo, a la hora y media de metraje, para que el personal piense que ha amortizado su entrada.
Aquí se ha optado por una solución sorprendente: ¿cómo vengarse del tipo que ha matado a tu novia y a tu hijo nonato, y que encima es un asesino en serie? Pues dejándole libre, que vaya asesinando a gusto y solaz por esa Corea del Sur, eso sí, con una pildorita estomacal para arrimarse de vez en cuando y arrearle unos guantazos. ¡Oh, cruel venganza, oh acción "magistral y salvaje" según el crítico de la entradilla!
¿Alguien se imagina la de palos que habría recibido este argumento caso de ser la película, yo qué sé, belga o española? ¿Y si hubiera sido americana? ¡Señor productor, señor productor, tengo una idea brillante: un ranger de Texas atrapa al asesino en serie que ha torturado y matado a su novia y dejado un reguero abundante de sangre, pero lo castiga soltándolo para que vaya disfrutando y matando por la interestatal 66, entre hamburguesa y hamburguesa, aunque se le arrima de vez en cuando, lo golpea con saña y, para salvar su alma, le recita Salmos de admonición y penitencia!
En fin, un sinsentido de película que debería haber finalizado en la escena del invernadero para ser creíble, y que posee, sin embargo, algunas escenas impactantes y bien rodadas. Otras, por contra, son terriblemente absurdas: como la actuación de la policía incapaz de crear un cordón de seguridad cuando busca el cadáver de la novia; o al final, cuando llega el malo con el coche para entregarse: la policía lo espera, pero en vez de apostarse en diferentes sitios, los muchachos de ese "gang del chicharrón" que acompaña siempre al jefe a un palmo de distancia y que tropiezan con él cuando se para de golpe, lo esperan todos desde el mismo lugar y salen desde la misma puerta.
Pues eso, otra tontería sangrienta y gore sobrevalorada por venir de lugares exóticos. Y uno ya sabe que eso es un gran “plus” para la crítica actual. Otro "mal du siècle"
Una vez el agente secreto pilla al que es...¿Qué hacer? ¿Qué hacer con un asesino del que se quiere vengar? Si uno es moral, lo entrega a la policía; si el "ojo por ojo" es más fuerte que el deber, remata su venganza matándolo; si tiene cómplices peores, lo suelta muy vigilado para llegar hasta los más malos; si el que castiga tiene rasgos psicópatas y está dentro de una peli gore, lo retiene y le tortura hasta cansarse y llegar, como mínimo, a la hora y media de metraje, para que el personal piense que ha amortizado su entrada.
Aquí se ha optado por una solución sorprendente: ¿cómo vengarse del tipo que ha matado a tu novia y a tu hijo nonato, y que encima es un asesino en serie? Pues dejándole libre, que vaya asesinando a gusto y solaz por esa Corea del Sur, eso sí, con una pildorita estomacal para arrimarse de vez en cuando y arrearle unos guantazos. ¡Oh, cruel venganza, oh acción "magistral y salvaje" según el crítico de la entradilla!
¿Alguien se imagina la de palos que habría recibido este argumento caso de ser la película, yo qué sé, belga o española? ¿Y si hubiera sido americana? ¡Señor productor, señor productor, tengo una idea brillante: un ranger de Texas atrapa al asesino en serie que ha torturado y matado a su novia y dejado un reguero abundante de sangre, pero lo castiga soltándolo para que vaya disfrutando y matando por la interestatal 66, entre hamburguesa y hamburguesa, aunque se le arrima de vez en cuando, lo golpea con saña y, para salvar su alma, le recita Salmos de admonición y penitencia!
En fin, un sinsentido de película que debería haber finalizado en la escena del invernadero para ser creíble, y que posee, sin embargo, algunas escenas impactantes y bien rodadas. Otras, por contra, son terriblemente absurdas: como la actuación de la policía incapaz de crear un cordón de seguridad cuando busca el cadáver de la novia; o al final, cuando llega el malo con el coche para entregarse: la policía lo espera, pero en vez de apostarse en diferentes sitios, los muchachos de ese "gang del chicharrón" que acompaña siempre al jefe a un palmo de distancia y que tropiezan con él cuando se para de golpe, lo esperan todos desde el mismo lugar y salen desde la misma puerta.
Pues eso, otra tontería sangrienta y gore sobrevalorada por venir de lugares exóticos. Y uno ya sabe que eso es un gran “plus” para la crítica actual. Otro "mal du siècle"