Lejos, muy lejos queda ya aquella época en la que decidía si debía escoger bonocopa o ir de cotillón para la fiesta de Nochevieja. Me encuentro ahora, con unos añitos de más con una pequeña de menos de dos años a la que debo prestar atención aunque se levante el día uno de enero a las siete de la mañana. A esa hora, pocas cosas hay en la tele, pero me di de bruces con una película de animación que desconocía por completo y, al ver el interés de la enana, decidí darla una oportunidad.

Así, me encuentro con la simpática aventura de Rex, la mascota preferida de la reina, con una trama digna de ‘Juego de tronos’, puesto que su puesto es muy codiciado. Con una animación lo suficientemente decente como para que no me parezca televisiva, ‘Corgi’ me va entreteniendo con sus chistes simples y con su trama de manual. Sigue muy bien la estela dejada por ‘Mascotas’ y secuela.

Es una película pensada para los más peques de la casa y la mía se entretuvo solo con ver a los diferentes perros hablar, perseguir o recibir golpes. Una película entretenida, sin más, que cumple perfectamente su función. No le pidamos peras al olmo.

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