Bueno, pues aunque ‘Reza por el diablo’ tiene alguna trampita escondida por parte de su director (¿Cómo nos gustan los travellings infinitos, eh? ¿O es que no vamos sobrados precisamente de argumento?) reconozco que no ha estado mal la experiencia de esta película sobre exorcismos que, mira que está explotado el tema y sigue dando miedo.

Tampoco es que se hayan complicado mucho con la historia. En vez del enésimo párroco de turno han decidido meter el personaje de una monja que, lógicamente, tiene un pasado un tanto complicado y con el que deberá lidiar si quiere salir viva de esto.

A partir de ahí, su director Daniel Stamm tiene carta blanca para ir creando alguna que otra imagen perturbadora y un par de sustos eficientes, combinados con algunos de manual que hagan al público quedar satisfecho. Me ha gustado ver a un par de caras conocidas en el reparto, como son Colin Salmon, Virginia Madsen (¿Dónde te habías metido?) o Ben Cross.

Si a esto sumamos a una niña que, como siempre, da cierto repelús, tenemos todos los ingredientes para, al menos, pasar el rato.

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