Este telefilm de Netflix prometía bastante dados sus ingredientes: actores de primer nivel que ya nos han dado roles cómicos majestuosos (Octavia Spencer, Melissa McCarthy, Bobby Cannavale, Jason Bateman... por la cinta también deambula (nunca mejor dicho) Melissa Leo), presupuesto abultado para su puesta en escena y una propuesta de parodia al mundo cinematográfico de los superhéroes que ya nos ha otorgado productos de relumbrón ("The Boys" (2019-), "DC' Doom Patrol" (2019-), "Kic- Ass" (2010), "Deadpool" (2016)).

Pues bien, todo esto queda diluido dentro de un guion que no logra un solo instante de comicidad. Donde sus chistes no son tales, donde la elaboración argumental queda en la total desidia y donde la realización opta por hastiarnos con escenas alongadas sin ningún tipo de contenido evolutivo. Es una verdadera lástima, pues Spencer y McCarthy siguen contando con una presencia cómplice y sólida durante el metraje... pero milagros no pueden hacer y aquí queda demostrado.

Falcone opta por una realización usual... cuando no erra en el estiramiento sin necesidad de sus planos, y tenemos unos efectos especiales aceptables pero jamás singulares, lo mismo se puede decir de su banda sonora. Hay también un vestuario y maquillaje decentes. Unas cualidades competentes que apenas restituyen el estropicio de su desarrollo argumental tan poco inspirado. La cinta solo busca entretener y ni eso logra salvo muy muy contadas excepciones en sus minutos.

Para nada recomendable, y a años luz de "Deadpool" o "Kick-Ass"... más bien está al nivel de telefilms de Disney Channel como "Zombies 2" (2020) o "Programa de protección de Princesas" (2009).

Lo mejor: Las actuaciones.
Lo peor: El guion.