Solo con echarle un ojo al poster promocional cargado de las sonrisas contagiantes de los reputados actores Jack Nicholson y Diane Keaton, ya sabemos que nos espera una comedia romántica agradable y elegante.

Esta vez la divertida historia de amor es entre los dos maduritos Nicholson y Keaton, un amor maduro totalmente inesperado para los dos protagonistas... y totalmente esperado para el espectador.

Su protagonista femenina siente y observa con pesar y rabia como los maduritos triunfan entre las jovencitas mientras que las avejentadas jubiladas se ven destinadas a la soledad y al olvido. Es esa sensación de no volver a "catarlo" (como diría Lina Morgan) hace que la protagonista no se esperara encontrar el amor a tan avanzada edad... y así de golpe y porrazo se encuentra de repente con dos inesperados y enamorados pretendientes: un atractivo y joven doctor interpretado por Keanu Reeves, y el caradura personaje de Jack Nicholson. Éste por su parte nunca pensó que se enamoraría de una mujer que no fuera una jovencita veinteañera, pero... voilá.

Así que la principal premisa e idea de esta comedia romántica de Nancy Meyers es que el amor puede llegar cuando menos te lo esperas y con quien menos te lo esperas. Sin embargo para el espectador todo es esperado y previsible, todos sabemos lo que ocurrirá, cuando ocurrirá y como evolucionará un romance que no se hace excesivamente apasionado, interesante o sorprendente. Sin embargo no deja de ser una historia agradable bastante bien narrada y llevada. Meyers definitivamente se consagra como referente de la comedia romántica al saber ofrecer guiones dinámicos, con diálogos y situaciones tiernas y divertidas envueltas de buen ritmo y ambientación. A pesar de que el excesivo feminismo de Meyers la pierde en algunas situaciones y de que la previsibilidad de la historia la hace algo aburrida en algunos puntos, "Cuando menos te lo esperas" no deja de tener buenos momentos con sus acertadas gracias y su romanticismo aquí y allá.

Pero por supuesto el mayor encanto de la película reside en la chispa de los dos veteranos actores protagonistas. Como ya han dicho en otras críticas, lo que marca realmente la diferencia entre esta cinta y las demás comedias románticas es que aquí no tenemos como protagonistas a un par de insulsos jovenzuelos sino a dos mounstruos de la interpretación: el tío Jack que está divertidísimo como encantador, experimentado, carismático y algo caradura amante de las jovencitas (parece interpretarse a sí mismo). Y Diane Keaton que logra una neurótica e histriónica señora escritora que se queda en la memoria. Ambos conectan bien y comparten curiosos momentos.

En fin, políticamente correcta de principio a fin pero con divertidos enredos románticos. Da absolutamente todo lo que se espera de ella, y está lo suficientemente bien narrada e interpretada como para que su bonita historia se haga agradable y mínimamente entretenida sin ser excesivamente empalagosa.