Típica serie familiar "bonachona" norteamericana... solo que sin ningún atisbo de mala leche, guasa o complejidad. Tal vez por eso sólo fui capaz de ver un puñado de episodios en mi etapa infantil... bueno, por eso y porque los dos hijos del "reverendo" estaban muy buenos (Watson y más adelante Gallagher estaban de muy buen ver) y tal vez mis hormonas empezaban a ebullir.

Pero mi desilusión ha llegado cuando he revisado unos cuantos episodios en mi etapa juvenil y casi me mareo de falsa moral (quizá lo peor de todo es como los padres de la familia (¡CON SIETE HIJOS!) insisten una y otra vez a sus hijos en que el sexo es malo malo malísimo, lo peor que existe en este mundo).

"Siete en el paraíso" nos narra las rutinas diarias de la familia encabezada por un reverendo, su esposa-esclava y sus siete hijos (por supuesto esta familia ultraconservadora rechaza usar cualquier tipo de control de natalidad... pero como todos los hijos les salen guapos y bondadosos (y blancos y americanos)... pues tampoco pasa nada. Porque por supuesto ningún hijo que les había nacido era feo, todos eran guapos (por dentro y por fuera, claro... pero si se nota por fuera pues mejor), ninguno era obeso o tenía gran acné, o gafas, o era cojitranco... ¡NADA!. Todos eran divinos de la muerte).

Esas rutinas diarias consistían en lo típico: las peleítas familiares (sin discutir, POR SUPUESTO), la niña-casi-mujer con los típicos complejos adolescentes, los gemelos traviesos que manchan la cocina, la niña que ya se peina sola, el niño que liga en el cole de forma tímida, el adolescente que se "contiene" con su novia porque el sexo es muy malo... ¿eh?... algo no va bien aquí. Por supuesto el padre les daba el sermón personal a cada hijo en cada capítulo (pero atención a las moralejas resultantes: si fumas eres una mala persona, una sesión de magreo nunca acabará en sexo porque eres mi hijo, etc.) y ellos que era muy buenos se aguantaban. Este universo era tan artificialmente perfecto que me resulta imposible de creer.

Vamos a ver, las series en las que todos sus protagonistas son unos cafres delincuentes y salidos (al estilo "Física o Química") no me las creo... pero el extremo contrario aún menos. Y es que otra crítica de por aquí tiene mucha razón: estos son como los Flanders pero en serio (o eso quieren hacer creer). Todos tan perfectos, tan castos, tas puros, tan buenos, siempre ayudando a todo el mundo y con una sonrisa tonta en la cara... de verdad que no existe nadie así. Estos no eran humanos (por tener no tenían ni sentido del humor). Los personajes no se ajustan a ninguna realidad conocida. Los "papis" en particular siempre me dieron un poco de dentera (lo siento, es que eran tan cursis). El padre no puede ser tan santo, la mujer no puede ser tan martir ni los hijos pueden ser tan "angelitos"... tiene que haber truco (sigue en spoilers)...