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España España · Antequera (Malaga)
Voto de Glanton:
10
Drama A finales de los 70, Jack Horner, un director de cine porno que considera su trabajo una forma de arte descubre a Eddie Adams, un joven ingenuo que desea triunfar y que tiene unas características físicas muy adecuadas para ese tipo de cine. Eddie cambia su nombre por el de Dirk Diggler, se adapta inmediatamente a nuevo estilo de vida y pronto se convierte en una gran estrella del porno. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando escuché hablar por primera vez de Boogie Nights pensé que se trataba de la biografía del actor porno John Holmes, pero luego me informé un poco más y resulta que no es así. Es cierto que el personaje protagonista, Dirk Diggler está inspirado en ese famoso actor, pero no se trata de una biografía.
Partiendo de la misma estructura de todas las películas que tratan sobre el mundo del espectáculo, es decir, inicios > éxito > descenso, Boogie Nights nos cuenta la historia de un chaval que, gracias a su miembro viril de más de 30 centímetros, consigue convertirse en toda una estrella del porno, aunque como siempre suele ocurrir, el ego y los excesos acabarán le pasando factura. Y no sólo a él, porque aunque la película se centre en Dirk Diggler, hay toda una galería de personajes secundarios que no están ahí para rellenar. Todos tienen una importancia y una historia, y de hecho, casi todos ellos acaban protagonizando alguna secuencia memorable. Se podría decir que Boogie Nights es casi una película coral, aunque no termine de serlo.

Paul Thomas Anderson (un director como la copa de un pino, por cierto) también escribió el guión de Boogie Nights. Un guión que daba para tres horas de película, algo que quiso dejar claro a los productores: una película de tres horas sobre un actor porno. Sabiendo como son de mojigatos los americanos, me sorprende que la película se llevase a cabo sin problemas significativos, aunque finalmente su metraje se viera reducido a dos horas y media. ¿Muy larga? Para nada. La película se pasa en un abrir y cerrar de ojos gracias a un ritmo que nunca decae. De hecho, me hubiese encantado que durase tres horas.
Lo que sí fue un palo de cara al público fue el hecho de que la mayoría esperaba encontrar una especie de comedia gamberra, pero no, se trata de un drama que alterna momentos cómicos con otros bastante crudos, y alguna que otra escena un tanto surrealista.


No sé si Paul Thomas Anderson usó como referencia a Martin Scorsese, pero toda la película recuerda al estilo de este director. La iluminación, los movimientos de cámara, la banda sonora, los planos secuencia, los diálogos, las explosiones de violencia... todo. Si os gusta Scorsese, os tiene que gustar Boogie Nights casi por fuerzas, os lo aseguro.

La banda sonora es una interminable lista de canciones setenteras y ochenteras que suenan casi constantemente a lo largo del metraje. Otro punto a favor del ritmo inagotable de la película.
También es interminable la cantidad de caras conocidas que desfilan por la pantalla: Mark Wahlberg, Julian Moore, Burt Reynolds, Thomas Jane, Philip Seymour Hoffman, John C. Reilly, William H. Macy, Luis Guzmán, Heather Graham, Alfred Molina, etc.

Una película redonda. Poco más puedo añadir.
Glanton
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