Buena película, con una gran dirección y con Ethan Hawke, Don Cheadle, Richard Gere y Wesley Snipes comiéndose la pantalla, pero con una historia que no termina por conectar del todo con el espectador. Los amos de Brooklyn lo tenía todo para triunfar, historias de corrupción, drogas y policía y grandes actores; oscura y seria, pero que le falta ese algo que Training Day tenía, escenas que se te graban a fuego en tu retina. El guión es bueno, pero ineficaz, el espectador busca un extra de emoción en el drama que nos muestra la historia, una pizca de acción más (pero de calidad).

Ethan Hawke y Don Cheadle están en su línea de siempre, haciendo un trabajo fabuloso. Wesley Snipes como nunca, en el mejor papel de su vida. Y Richard Gere está bien en su papel de policía a punto de jubilarse, pero su historia es la que más flojea en ciertos tramos de la película, le falta un poco más de chicha.

Una película que promete más de lo que da y que aparenta ser una gran película, pero que no es más que una sombra de lo que podía haber sido y no fue. Una mezcla entre ‘Training Day’ e ‘Infiltrados’ que te deja la sensación que lo que acabas de ver no es nada nuevo.