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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Giskdan:
1
Ciencia ficción. Drama. Romance. Thriller Conjunto de varias historias que se desarrollan en el pasado, el presente y el futuro. Cada una de ellas está contenida en la anterior, y todas están enlazadas entre sí por pequeños detalles. (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2013
57 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Nuestras vidas no nos pertenecen, estamos ligados a otros en el presente, pasado y futuro. Y con cada crimen y cada gesto amable forjamos nuestro futuro".

Siendo así, voy a tratar de mejorar mi karma con el gesto amable de advertir a los compas de FA a que se mantengan alejados de las salas donde proyecten Cloud Atlas y no desperdicien tres horas de su vida. Tal vez la providencia cósmica me premie por esto, y en una próxima existencia me reencarne en el asiento de la bicicleta de Jennifer Lopez.

Ya conocemos la postura New Age Trascendental/"Filosofía Barata y Zapatos de Goma" de los Wachowski, y con este proyecto tuvieron para manifestarla al máximo. Natalie Portman les regaló un ejemplar de la novela "Cloud Atlas", y depertó su obsesión por el tema. Larry, prediciendo que en su próxima reencarnación tenía un 50% de chance de ser mujer, impaciente como es, no se aguantó y aceleró los trámites. Compró los derechos de la obra y se rebautizó como Lana, el nombre predilecto de los travestis que gustan de los anagrámas que adoptan otro significado si se leen al revés. Muchos salieron antes del closet, pero él salió del closet de Lady Gaga, con un pelucón fucsia que lo asemeja a Ramona Flowers.

Pero para ser sinceros, estos dos hnos. siempre fueron unos apasionados con el tema de la reencarnación. Sobre todo en la reencarnación de películas y libros de terceros, cuyos argumentos consiguen una segunda vida dentro de sus producciones (el autor del comic "Los Invisibles", cuando vió Matrix, los anduvo buscando empuñando un hacha).
Ahora no podían ser menos, y reencarnaron a "La Fuente de la Vida"; la misma exacta putísima idea, diversos personajes a través del tiempo arrastrando un legado y siendo personificados por los mismos actores.

Pero si al intento de Darren Aronofsky en su momento lo tildé de pretencioso, no sé ahora que adjetivo ponerle a este engendro grandilocuente, porque "pretencioso" le quedá cortísimo. Sumale mini-reencarnaciones de "Blade Runner", "Soylent Green", "Alguien voló sobre el nido del cuco", "Cocoon", "Silkwood" y "Amistad", y tenemos el caldo completo.

Los tipos se mandaron seis puestas escenas disímiles en tiempo y espacio (el día presente, un futuro tecnológico, otro post apocalìptico, la época de la guerra civil americana, o durante la segunda guerra, etc). El problema es que están poco conectadas estilísticamente entre sí (uno de los "futuros" se muestra sumamente técnológico y científico, el otro algo mitológico e incluso con "apariciones fantasmagóricas"), y además tienen tonos tan disímiles (mientras que algunas narrativas buscan ser super dramáticas y trascendentes, otras tienen un tono de comedia zarpada onda hnos. Coen) que cuando los realizadores te pasean de uno a otro ida y vuelta sin aviso, sentís como comiendo algo salado inmediatamente despues del dulce.

La "lección" principal que los "predicadores" cineastas nos hacen llegar, es que la gente, aunque nace con diferente raza, linaje, condición social u orientación sexual, al final son todos esencialmente humanos e iguales, y merecen compasión y comprensión en iguales dosis. A menos, claro, que seas uno de los personajes se interpone en el camino de realización espiritual y auto-decubrimiento de alguno de los heroes/heroínas de la película, en cuyo caso te espera una muerte ultraviolenta y sanguinolienta en exabruptos gore que tienen poco que envidiarle a Lucio Fulci.

Lana le impregna al cast su gustos por la apariencia camaleónica: jóvenes que hacen de viejos, el agente Smith hace de mujer, Susan Sarandon con barba y bigote, la coreana hace de latina o de pelirroja, caucásicos haciendo coreanos... Eso sí, con un maquillaje digno del Razzie de todos los tiempos. Pareciera que a los actores les regalaron caretas de carnaval de goma y se las aplicaron ellos mismos mirándose al espejo. DE TERROR los falsos asiáticos: Hugo Weaving más que chino, parece Mr. Spock. Esto del elenco con narices de goma y bigotes cambiando de personaje, apropiado para comedias pelotudas como "Bedazzled", en esta cosa que se la da de seria y solemne, hace que no te la puedas tomar en serio en ningún momento.

Mientras le perdés el hilo a los argumentos contados de a lapsos de cinco o diez minutos con el record Guinness de cantidad de match-cuts dentro de un mismo film, y te descubrís jugando mentalmente el juego de "Adivine quién es el actor detrás de cada maquillaje", te das cuenta de que, una vez más, el "hype" previo no se corresponde a lo entregado. Aunque Cloud Atlas ambiciona ser una sinfonía, sólo logra ser como el último concierto del modelo de Lana, Lady Gaga: suntuoso y llamativo, pero en el fondo bobo y sin ninguna sustancia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Giskdan
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