1º- Otra cinta sin fisuras, diez.

2º- Hay directores que no temen nada: los valientes. Hay otros que hacen bien su trabajo: los profesionales. Pero también los hay, que a parte de lo mentado, saben dónde tocar: les presento al señor Zvyagintsev, un cirujano cinematográfico, que cuando golpea duro y con precisión toca fibras, pero cuando lo hace con frecuencia, se dirige a cada uno.

3º- El guión es un mero pretexto para narrar el pasado de los personajes y cómo, esa intersección en el camino, pasó de ser un motivo de felicidad, a una carga ineludible.

4º- Aplaudo y vuelvo a aplaudir. Aunque nos puedan parecer unos perdedores, no son personajes derrotados, han crecido, y cerrado una etapa de sus vidas. La han rehecho y, con la experiencia conseguida, mejorado sus elecciones. Ambos han sido utilizados por el otro y, el fruto común, es un niño Sin Amor. Simplemente, brillante.

5º- El final y la salida "infantil" para los más cándidos.

6º- ¿Pegas? Que el prestreno no estaba lleno.