Las elucubraciones mentales sobre las vivencias y recuerdos del pasado pueden llegar a acosar a algunos artistas, especialmente a todos aquellos que viven en un sub realismo en el que la realidad y la ficción llegan a tener el mismo peso.

Ingmar Bergman es un grandísimo director y Max von Sydow y Liv Ullmann excelentes actores, los tres conforman el pasaje de esta película hacia el intimismo que al igual que un cofre para unos pocos, esconde un valioso tesoro, tristemente, para el resto de los mortales lejos de ver tesoro alguno solo apreciamos el óxido de una cerradura enmohecida.