El tema de una película es cualquier concepto presente a lo largo de todo el metraje y que provoque conflictos dramáticos y se desarrolle a través de ellos.
Aquí sucede algo inexplicable: se introduce un tema -la lucha de sexos, los roles masculinos y femeninos- que durante toda la trama no provoca ni luchas ni conflictos, con lo que se queda esquematizado y sin desarrollar.

Tras el prólogo que introduce el tema de refilón (también critica los contenidos televisivos), se entra en una parte principal con el tema principal presente pero sin tratamiento dramático y de un tono paródico agresivo sin chispa. Se suceden superficiales situaciones sin carga dramática, machistas y conservadoras, de las que no se entiende ni su humor ni hacia dónde quieren ir. Tras un nuevo giro sin explicación dramática, se llega a un desenlace simplón contado precipitadamente que empobrece aún más la trama anterior y el conjunto en general.