IO es una película que se basa en la buena actuación de Margaret Qualley y en un poco suelto Anthony Mackie para mostrarnos una historia sobre la esperanza y replantearse la propia condición del lugar donde se vive. Hay varias teorías tanto positivas pero negativas, pero la trama se basa en las emociones de los personajes y en el estado del entorno, lo cual hace suficiente para que conectemos pues es una película que entra por los ojos con una hermosa fotografía y unos valores de producción elevados en lo audiovisual aunque con un elenco extremadamente pequeño pero apropiado.

Nuestra protagonista tiene un viaje interior y reflexivo muy interesante a lo largo del metraje, llegando a conclusiones a lo largo del transcurso de la película, y con el replanteamiento de muchas cosas a nivel personal y a nivel de inquietudes nos aporta un maravilloso enganche con un gran interés por las diversos metáforas audiovisuales que se entienden por contexto y nos dan pistas sobre las posibles conclusiones que los personajes puedan tener en mente, teniendo nosotros nuestras propias hipótesis durante el visionado.

¿La recomiendo?
Sí, es una propuesta interesante que no es para todos los espectadores posibles pero que para los que nos gusta apreciar la narrativa con cierta sutileza en las artes cinematográficas audiovisuales nos resulta una sorpresa positiva que nos hace sentir una sensación muy agradable durante el visionado. Uno puede terminar con una sensación de paz interior con el sonido que hay durante los créditos finales que se siente especial aunque no estemos ante una producción demasiado ambiciosa.