Emilio Martín Lázaro vuelve a demostrar lo que dice el tópico, y es que segundas partes dificilmente pueden estar a la altura de las primeras. Si bien "El otro lado de la cama" contaba con la frescura y originalidad del intercalado de número musicales y un conseguido y fantásticamente interpretado guión, esta segunda parte (que además, ni siquiera lo es, sino que es un estiremos-la-idea) carece absolutamente de ello.

Algunos de los números y gags no obstante salvan a intervalos un denostado guión gracias sobre todo a los intérpretes masculinos (Alterio, Toledo y San Juan). La interpretación femenina es lamentable. Verónica Sánchez demuestra por qué efectivamente no sale de la televisión, que viene a ser el cine barato.

Parece mentira que con este tipo de continuaciones se quiera salvar al cine español de su triste status dentro del cine visto en este país.

Sálvese quien pueda de las adaptaciones, segundas partes y remakes que invaden cada vez más las salas de nuestro país (y sospecho que de todos los demás). Quien conozca a algún guionista original, que por favor lo despierte. Si no, nos dormiremos nosotros.