US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de manulynk:
7.019
Drama
Inglaterra, siglo XVI. La reina Isabel I Tudor (Cate Blanchett) debe enfrentarse no sólo a la traición de su propia familia, sino también a los conspiradores que tratan de arrebatarle el trono. Isabel es consciente de lo beneficioso que es para la Corona inglesa el hecho de que el Rey de Inglaterra sea, al mismo tiempo, el jefe supremo de la Iglesia Anglicana. El Acta de Supremacía de 1534, promulgada por su padre, Enrique VIII, había ... [+]
12 de abril de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la exitosa "Elizabeth" film dirigido por Shekhar Kapur y protagonizado por la entonces escasamente conocida Cate Blanchett, director y protagonista vuelven con una segunda entrega de lo que parece ser una trilogía.
Si en la primera parte dejábamos a la joven Elisabeth consolidada en el trono tras diversas conspiraciones, el film da un salto de 20 años en su reinado para situarse en un momento delicado de su reinado. Por un lado la división religiosa entre católicos y protestantes genera bastantes descontentos entre los primeros que intenta captar para su bando a la conspiradora María Estuardo. Por el otro el rey Felipe II amenaza seriamente la corona inglesa.
En medio de todo esto, la "reina virgen" se debate entre el amor que siente por el pirata Walter Raleigh y el deber de gobernar Inglaterra. Si se tuviera que valorar el film desde un punto de vista histórico, desde luego, la crítica no sería nada benévola debido a las múltiples imprecisiones, y si vemos a que altura deja a los españoles e incluso a uno de nuestros reyes (interpretado por Jordi Mollà) más importantes de nuestra historia, aún menos. Si embargo, valorando el film estrictamente desde un punto de vista cinematográfico, hay que reconocer que se trata de un film más estético, que otra cosa.
El director realiza una puesta en escena tan exhuberante visualmente hablando que en ocasiones parece que estamos en una corte cercana a oriente, con secuencias en las que la luz y el color nos invaden (incluso alguna secuencia que recuerda en gran medida "Juana de Arco" de Luc Besson").
Ese miramiento por la forma no ha tenido un igual en fondo, dejando un argumento excesivamente simplista y tremendamente maniqueo (una soberana excesivamente buena y complaciente con sus subditos que apenas muestra contradicciones). Cate Blanchett realiza una interpretación excelente demostrando sus buenas dotes de actriz, entregándose totalmente al personaje que le dio fama mundial, bien secundada por Clive Owen, estupendo también en el papel del pendenciero Raleigh.
Del cameo de Mollà, destacar lo voluntarioso de sus escasas intervenciones, aunque habría que decirle a los guionistas que se equivocaron de rey ya que parece más bien que esté interpretando a Carlos II, más que a Felipe II. Desde el punto de vista visual, el film tiene muchas cosas que decir, pero su contenido está más bien hueco.
Si en la primera parte dejábamos a la joven Elisabeth consolidada en el trono tras diversas conspiraciones, el film da un salto de 20 años en su reinado para situarse en un momento delicado de su reinado. Por un lado la división religiosa entre católicos y protestantes genera bastantes descontentos entre los primeros que intenta captar para su bando a la conspiradora María Estuardo. Por el otro el rey Felipe II amenaza seriamente la corona inglesa.
En medio de todo esto, la "reina virgen" se debate entre el amor que siente por el pirata Walter Raleigh y el deber de gobernar Inglaterra. Si se tuviera que valorar el film desde un punto de vista histórico, desde luego, la crítica no sería nada benévola debido a las múltiples imprecisiones, y si vemos a que altura deja a los españoles e incluso a uno de nuestros reyes (interpretado por Jordi Mollà) más importantes de nuestra historia, aún menos. Si embargo, valorando el film estrictamente desde un punto de vista cinematográfico, hay que reconocer que se trata de un film más estético, que otra cosa.
El director realiza una puesta en escena tan exhuberante visualmente hablando que en ocasiones parece que estamos en una corte cercana a oriente, con secuencias en las que la luz y el color nos invaden (incluso alguna secuencia que recuerda en gran medida "Juana de Arco" de Luc Besson").
Ese miramiento por la forma no ha tenido un igual en fondo, dejando un argumento excesivamente simplista y tremendamente maniqueo (una soberana excesivamente buena y complaciente con sus subditos que apenas muestra contradicciones). Cate Blanchett realiza una interpretación excelente demostrando sus buenas dotes de actriz, entregándose totalmente al personaje que le dio fama mundial, bien secundada por Clive Owen, estupendo también en el papel del pendenciero Raleigh.
Del cameo de Mollà, destacar lo voluntarioso de sus escasas intervenciones, aunque habría que decirle a los guionistas que se equivocaron de rey ya que parece más bien que esté interpretando a Carlos II, más que a Felipe II. Desde el punto de vista visual, el film tiene muchas cosas que decir, pero su contenido está más bien hueco.
