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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
7
Thriller Louis Schneider es un policía a quien la suerte parece haber abandonado. Sus dificultades para encontrar a un asesino en serie lo están poniendo en serios aprietos ante el arrogante inspector Kovalski, actual estrella del departamento de homicidios. Años atrás Scheneider alcanzó la fama después de arrestar al peligroso Louis Subra, el cual, fingiendo haberse redimido en la cárcel, va a ser puesto en libertad. Sin embargo, todo parece ... [+]
22 de diciembre de 2013
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El realizador francés Olivier Marchal nos ofrece un retrato muy negro, centrado en un policía, Luis Schneider (Daniel Auteuil) inmerso en una esperal autodestructiva de alcohol, marcado por el accidente que dejo postrada en la cama a su mujer como un vegetal.

En realidad, también podríamos decir que el film trata de la búsqueda de un asesino de mujeres psicópatas o bien de los intentos por parte de Justine (Olivia Bonamy) por evitar que salga de la carcel el asesino de sus padres (interpretado por Phillippe Nahon), el cual muestra su arrepentimiento tras varios años abrazado a una biblia. Entrelazado con todo ello, flota en los oscuros ambientes de este film temas como la culpa, el perdon, el arrepentimiento, sazonado con el tremendo nihilismo que muestra su protagonista princial.

Y es que Auteuil con su colosal composición consigue acaparar tanto la atención que deja en un segundo plano todo el resto de subtramas que circulan a su alrededor. También ayuda el propio realizador que también firma el guión, ya que en su último tercio la trama se centra en los aspectos más melodramáticos de la vida de Scheneider. Marchal nos pinta, durante las casi dos horas de film, un panorama descorazonador y nada optimista. Puede que se sirva del punto de vista de un Scheneider que deambula por escenarios de asesinatos totalmente borracho, corroído por el accidente que marcó definitivamente su vida, para mostrar una realidad con perversos asesinos, que aunque son atrapados, acaban saliendo, sin tener muy claro si se han redimido o no, u otros a los que no merece la pena atrapar ya que saben aprovechar los resortes de un sistema corrompido, en el que los propios policías son parte del problema y no de la solución. Un panorama tan negro y desolador del que Schneider sólo parece encontrar una vía de escape.

Marchal construye un film sólido, cercano al polar francés (casi igual de equidistante que el cine negro norteamericano al menos en temática) en el que aprovecha los asesinatos de mujeres para mantener la atención del espectador, mientras que la figura de Auteuil se va haciendo más grande. Quizás, la pega que se le pueda poner es precisamente que queden en segundo término el resto de subtramas paralelas, algunas también muy interesantes, y la sensación de cierta deriva que luego se resuelve de forma rápida. No por ello deja de ser un film muy interesante, que convendría no dejar escapar su visionado
manulynk
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