Una vez conseguido el éxito y poder disponer de medios y de actores, el director Robert Rodríguez volvió al personaje que le había dado fama, para realizar posiblemente el film que le hubiera gustado hacer al principio, pero que la falta de dinero y reconocimiento le impidió.

En esta ocasión es Antonio Banderas (mucho más mediático) el que sustituye a Carlos Gallardo en el papel del mariachi que va buscando completar su particular venganza (aunque parecía que ya estaba zanjado en la primera parte), en este caso el malo será otro español (Joaquin de Almeida), y el film viene a seguir los mismos trazos que su predecesor pero con muchos más medios, mucho más espectacular, más disparos, más acción, más explosiones, más presencia femenina (Salma Hayek), y más de todo, quedando el film en un extraño híbrido entre película de série B y una producción de gran presupuesto. Una mezcla que deja un tanto tocado los resultados del film.

El film apenas tiene nada que ver con el anterior, incluso tiene varios parches de guión que le da cierta incoherencia con respecto a la primera parte, lo que no deja muy claro si es un "remake" o una secuela, y aunque tiene muchos más medios no puede evitar ese aire de série B que le imprime su director deliberadamente. Un producto mucho más conseguido que su predecesor, y que, incluso se podría considerar como independiente del anterior, ya que incluso su director la titulo de otra forma (aunque por cuestiones comerciales tuvo que poner "El mariachi II" entre paréntesis). En resumen, un film entretenido gracias sobretodo al carisma de Banderas y la presencia de Hayek que no tanto a los (excesivos) “fuegos artificiales” que lo envuelven.