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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
7
Drama A finales de los 70, Jack Horner, un director de cine porno que considera su trabajo una forma de arte descubre a Eddie Adams, un joven ingenuo que desea triunfar y que tiene unas características físicas muy adecuadas para ese tipo de cine. Eddie cambia su nombre por el de Dirk Diggler, se adapta inmediatamente a nuevo estilo de vida y pronto se convierte en una gran estrella del porno. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2008
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El debutante Paul Thomas Anderson, nos ofrecía un film de entrada muy arriesgado debido a que trataba sobre el mundo del cine porno. Teniendo en cuenta que estamos hablando de la sociedad norteamericana, cuyo excesivo puritanismo (e hipocresía digamoslo todo) roza el fanatismo, no cabe duda que un planteamiento como el del novel director estaba condenado no sólo al fracaso sino a la hoguera (en sentido figurado afortunadamente).

Sin embargo, Anderson, en lugar de aprovechar un tema escandaloso para dar bombo al film y conseguir un taquillazo, optó por un camino algo menos fácil pero al mismo tiempo más efectivo y valorable: en lugar de explicarnos una sucesión de escenas de sexo puro y duro, se traslada al momento en que la industria entró en lo que se llamaría los años dorados del cine porno, en los años 80, y nos cuenta la historia de un joven ingenuo (Mark Walhberg) quien prácticamente por casualidad acaba ganándose la vida como actor porno, atraído sobretodo por el dinero. Con lo que lejos de entrar en polémicas morbosas, Anderson da un punto de vista bastante más real y por ello más humano y cercano.

De esta forma Anderson retrata a un puñado de personas marginales que buscan el cámino más rápido al éxito y sobretodo al dinero. Entre ese grupo podemos encontrar figuras, que con otro nombre, perfectamente reconocibles dentro del mundo del porno de los 80 como John Holmes. El film nos viene a contar el ascenso y caída del grupo en general, pero visto desde el punto de vista del protagonista (interpretado por un correcto y prometedor Mark Walhberg), pero el director realiza un acercamiento humano y hasta cierto punto emotivo a unos perdedores, con lo que consigue que el espectador se identifique con ellos, aunque más en lo que se refiere a su vida personal, que profesional (es deicr, no en el sentido de identificarse con el trabajo de una estrella del porno).

Paul Thomas Anderson consigue realizar un film que, aunque está revestido de un tema considerado tabú, nos acerca al tema como algo normal, tratando el tema del porno como si de una anécdota se tratara, más bien un oficio cualquiera, con sus evidentes ventajas (monetarias sobretodo), e inconvenientes. Al margen del estupendo tratamiento, el director contó con un reparto en estado de gracia: al citado Mark Wahlberg, hay que añadir las también estupendas interpretaciones de Julianne Moore, Burt Reynolds, Heather Graham, John C. Reilly y Don Cheadle por citar a los más conocidos.
manulynk
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