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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
8
Cine negro. Thriller. Drama Julien Tavernier, héroe de la guerra de Indochina, trabaja para el industrial Simon Carala, y es el amante de su esposa, Florence. Para poder vivir juntos, los amantes deciden matar al marido de modo que parezca un suicidio, pero ocurre algo que no estaba previsto... (FILMAFFINITY)
2 de setiembre de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a que el género negro se considera puramente norteamericano, Hollywood no tenía el monopolio. Poco antes que Godard iniciara oficialmente lo que se conoce como "nouvelle vague", otro realizador francés hacía una incursión en el género, adaptando una novela policíaca escrita por Noël Calef, cuyo argumento parece tomar como punto de partida a "Perdición" o "El cartero siempre llama dos veces".
Casi parece que Malle asume conscientemente dicha influencia, y se la hace asumir al espectador con un arranque del seco y contundente. Las primeras imágenes nos muestran unos primerísimos planos de Julien (Maurice Ronet) hablando con Flocence Carala (Jeanne Moreau) y animándose a ejecutar un plan que ya tenían calculado, y lo que vemos es la ejecución de dicho plan, sin grandes explicaciones, motivaciones ni antecedentes. De alguna forma, Malle no quiere contarnos como se han conocido Julien y Florence, como se han enamorado y como han decido liquidar al marido de ella. Al realizador lo que realmente le interesa es empezar su historia justo cuando ya han decidido dar el paso fatal, que será el punto de partida de los hechos posteriores.
Al mismo tiempo, corre por el film un aire de fatalismo que trae el caprichoso azar. Julien, tras cometer el crimen perfecto y justo cuando arranca su coche para ir al encuentro de Florence, se da cuenta que ha olvidado algo que le puede comprometer, quedando atrapado en el ascensor toda la noche. Noche que Malle nos cuenta a tres bandas. Por un lado el propio Julien en sus intentos de salir del ascensor, por el otro los jóvenes Louis (Georges Poujouly) y Véronique (Yori Bertin), quienes "toman prestado" el coche de Julien para iniciar una escapada hacia ninguna parte, y finalmente Florence, ignorante de lo que ha pasado que recorre los bares y locales de París en busca de Julien. Y todo ello acompañado por las notas de la trompeta de Miles Davis que, junto a la excelente fotografía en blanco y negro, son otros de los aciertos de esta excelente película.
Malle se mueve de forma excelente entre los tres escenarios que tienen lugar durante una noche, una noche caprichosa, trágica. Habrá quien quiera ver en la huida de los jóvenes Louis y Véronique un germen de lo que luego nos contará Godard, aunque su episodio le sirve a Malle para incidir sobre el capricho del azar y el fatalismo (que recuerda un gran medida a Hitchcock), puesto que al día siguiente, Julien es acusado de un crimen que no ha cometido, pero para salvarse debería confesar el que sí ha cometido.
En conjunto se trata de una excelente película que sabe mezclar adecuadamente la "femme fatale" del cine negro, el "amor fou", la rebeldía de la juventud, la sensualidad, el fatalismo, que anticipa el "no future" de los 60 y el destino, acompañado de una música de jazz densa y sugerente que contribuye a crear una atmósfera muy especial e irrepetible.
manulynk
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