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Voto de Sibila de Delfos:
9
Drama. Comedia Greg pasa el último año del instituto de la forma más anónima posible, evitando todo tipo de relaciones, mientras en secreto hace extrañas películas con su único amigo. Esta situación cambiará cuando su madre le obliga a hacerse amigo de una compañera de clase con leucemia. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es perfecta. Seguramente debería haber sido un poquito más corta. Da la sensación de que le falta un paso para atreverse a ser todavía más divertida y conmovedora. Tenía margen para ello y no lo hace. No es perfecta, pero de lo que no cabe la menor duda es de que Yo, él y Rachel es una de las mejores y más especiales cintas de 2015.
Alfonso Gomez-Rejon se saca de la manga una historia marcada por el cáncer. Una más, dirán algunos. Por alguna razón tan espinoso y triste tema se ha colado con cierta frecuencia en el séptimo arte en los últimos tiempos, siempre con adolescentes de por medio. Pero lejos de la comercial y azucarada apuesta de Bajo la misma estrella, por ejemplo, la cinta de Gomez-Rejon se acerca al tema mediante la maravillosa amistad entre Greg y Rachel. No hay relación sentimental entre ellos ni falta que hace. Sus diálogos, divertidos, inspirados y llenos de humanidad son suficientes para hacer al espectador un todo con ellos dos, sintiendo sus penas y riendo con sus ocurrencias. Hay también ese regusto cinéfilo fantástico en la subtrama de las películas amateurs que Greg filma con Earl, pero esta también acaba por enlazar maravillosamente con la emotiva y encantadora historia principal. Se trata sencillamente de uno de los mejores guiones del año y una digna premiada en Sundance. Y qué decir de Thomas Mann y Olivia Cooke, que casi no parecen actores, sino chicos de la calle normales y corrientes, y por eso resultan tan creíbles.
Cuando llega el final, ese en el que sí pone toda la carne en el asador el libreto de Jesse Andrews, el espectador está ya rendido ante el talentazo que se respira a lo largo y ancho de la producción. Una comedia dramática (o drama con toques cómicos) llena de corazón y de alma, dos cosas que cada vez se ven menos en el prefabricado mundo hollywoodiense. Quizás es porque es independiente. Quizás es porque es americana. Sea cual sea la razón, es un milagro en este 2015 tan malo que llevamos. No se la pierdan.

Lo mejor: Su alma
Lo peor: Le sobran quince minutos
Sibila de Delfos
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