Mediocre giallo, coproducción entre Italia y España, que parte de un comienzo interesante para tener un desarrollo repetitivo, cansino y tedioso casi siempre.
Sólo salvo a nuestro Simón Andreu, que compone un personaje simpático, valiente y empático, el resto no me ha convencido.
Bueno, sí, es cierto, la parte técnica en cuanto a fotografía de Fernando Arribas y banda sonora de Gianni Ferrio están francamente bien e incluso concedo cierta elegancia formal en la puesta en escena, pero el guión es torpe y echa por tierra a cada minuto las positivas posibilidades que tenía sobre el papel.
Podría haber estado mejor pero, repito, el argumento, escrito nada menos que a ocho manos, dos de las cuales pertenecen a Sergio Corbucci, no está bien desarrollado y al final la cinta decepciona mucho.

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