Entretenido film que combina el género fantástico con el policíaco y thriller criminal, resultando al fin y al cabo un tebeo en imágenes, o al menos así me lo tomo yo para disfrutarlo mejor.
Una cinta larga en metraje pero con buen ritmo, excelentes efectos especiales y un desarrollo desigual pero eficaz en cuanto a impacto visual.
Tiene picos de interés, pero también excelentes escenas, técnicamente impecables como las que tienen lugar durante la demostración de la sustancia a cargo del personaje de Rodrigo Santoro.
Lo mejor, sin duda, el ir comprobando los distintos poderes que adquieren cuantas personas toman el infernal producto de marras. Ir viendo sus peculiares poderes, cada cual con el suyo, es divertido y gracioso al menos, aunque los malotes no le saquen mayor partido y los buenos sí... en fin.
Interesantes las puyas a los Gobiernos y Policías que en momentos de gran peligro para una población escurren el bulto o simplemente se corrompen en vez de tratar de encontrar soluciones para sus habitantes, y algunos diálogos con mucha sorna e ironía, sobre el racismo, aunque también apuntes de cierto machismo.
Podría haber estado mejor, de acuerdo, pero también peor. Tal como está, hace pasar el rato, creo que sin esfuerzo.

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