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Voto de Tombol:
5.697
Drama
Año 1951. Después de un accidentado pasado, Norman Dale es contratado para entrenar a un equipo de baloncesto de Indiana. A pesar del rechazo que sufre por parte de jugadores y vecinos, Dale, que es un hombre lleno de energía y de una pasión inquebrantable por el juego, no se rinde. Pero ganarse al equipo es sólo la mitad de la batalla en un mundo en el que los equipos débiles pueden acabar jugando contra rivales de primera, pero un ... [+]
3 de abril de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apto, que no es poco. La bazofia que te suelen echar los domingos es intragable.
Es predecible, transita por el cine americano de deportes, nos lo sabemos. Pero, aparte de eso, se digiere bien, sobre todo si te gusta un poco el baloncesto.
Tiene la hechura del cine de los ochenta, con substancia, con su belleza intrínseca. No te vas a encontrar una babosería, no vas a escuchar diálogos para cortitos, no vas a contemplar gestos o poses engoladas. Ya solo por eso es maravillosa, visto el panorama actual.
Hackman carga sobre sus hombros el gran peso de la cinta. Pero va sobrado, no le pesan los galones, es un tipo de los de antes, con oficio, con tablas de "viejo".
En los años de la película los deportistas gastaban uniformes "trotecochineros", pero que eso no te haga despreciarla, esas estéticas no son a considerar.
No vas a tener que pensar apenas, tampoco te vas a sorprender, pero no importa, una película así es un bálsamo, una bañera de tila, un páramo apacible. Feliz tarde de domingo, un 6,8.
Es predecible, transita por el cine americano de deportes, nos lo sabemos. Pero, aparte de eso, se digiere bien, sobre todo si te gusta un poco el baloncesto.
Tiene la hechura del cine de los ochenta, con substancia, con su belleza intrínseca. No te vas a encontrar una babosería, no vas a escuchar diálogos para cortitos, no vas a contemplar gestos o poses engoladas. Ya solo por eso es maravillosa, visto el panorama actual.
Hackman carga sobre sus hombros el gran peso de la cinta. Pero va sobrado, no le pesan los galones, es un tipo de los de antes, con oficio, con tablas de "viejo".
En los años de la película los deportistas gastaban uniformes "trotecochineros", pero que eso no te haga despreciarla, esas estéticas no son a considerar.
No vas a tener que pensar apenas, tampoco te vas a sorprender, pero no importa, una película así es un bálsamo, una bañera de tila, un páramo apacible. Feliz tarde de domingo, un 6,8.
