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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
4
Drama El futuro del último pub que queda, The Old Oak, en un pueblo del noreste de Inglaterra, donde la gente está abandonando la tierra a medida que se cierran las minas. Las casas son baratas y están disponibles, por lo que es un lugar ideal para los refugiados sirios. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2024
21 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
... ¿todo se resuelve con una fórmula tan sencilla?

Veo en los títulos de crédito que es una coproducción de varios países, y que han participado un montón de productoras, vamos, pasta gansa... ¿De verdad que todos esos financiadores creen en los valores absolutos del "paz y amor"? ¿Actúan de la misma manera en sus ámbitos correspondientes, esto es, con altruismo al por mayor y apoyando continuamente la ayuda desinteresada?

Veo que el tablón salvavidas sobre el que flota la cinta sería algo así como un "antiracismo" o similar... ¿Podría ser que los odios y rencores sociales que aparecen provinieran por otros motivos? ¿Podrían existir bajo una apariencia racista, cuestiones que en realidad no tienen que ver con ello?... y si en efecto, el problema no fuera un problema racista... ¿No habría que hablar de ello?

Entonces quizás se plantea que no importa lo que haya debajo; si hay racismo, hay que atacarlo y denunciarlo... ¿No sería lo lógico, para atacar el problema, ir a la base del mismo? ¿Cómo se puede luchar contra el racismo sin entender qué es lo que lo mueve?

Se nos cuenta que los refugiados sirios huyen de una guerra terrible; por otro lado, los ciudadanos locales se encuentran en una situación de precariedad lastimosa, para lo que se supone que es un país como Gran Bretaña... ¿No sería normal que los locales estuvieran mosqueados por ver las ayudas que reciben los refugiados, mientras ellos no reciben nada? ¿Cómo se puede explicar que en un país del primer mundo, sus ciudadanos tengan problemas económicos y sin embargo se practiquen esas políticas inmigratorias para poblar esos países ricos?

Me deslumbró "Yo, Daniel Blake", del mismo Ken Loach, por su precisión quirúrgica a la hora de denunciar y describir una problemática social-laboral más que reconocible; sin embargo, en la presente observo un análisis pobre y facilón, sin enjundia, buenista e incluso manipulador... ¿Porqué has hecho este trabajo, Ken? ¿Cuánto te han pagado?

Observo que toda la película se regodea en el plano emocional, de ahí que la mujer siria (Yara) se pase llorando la mitad del metraje; este enfoque supongo que sirve para avalar el mensaje central, que ante la ayuda y apoyo a los refugiados sirios no hay nada que se pueda argumentar, es decir, que no hay lugar a ninguna postura que no sea esa... coincide con el discurso institucional, oficialista... ¿Porqué hay entonces tanta gente que no lo entiende? ¿Porqué entonces, si todo debe ser paz y amor, los gobiernos de los países poderosos, como el que nos ocupa, participan y colaboran en tantas guerras y asuntos relacionados con ellas? ¿Porqué no se percibe que las políticas internas de los países occidentales estén imbuidas de esa filosofía de amor y colaboración?

La parte argumental del agravio comparativo al dejar el local al interés de los refugiados y no dejárselo a los locales del pueblo... ¿No es normal que éstos se lo tomen a mal?

Se dan diversas escenas que son oportunistas para llevar el argumento hacia donde se desea, como por ejemplo... la niña inglesa se siente mal y sólo la ayudan dos refugiadas y la asistente social... en casa de esa niña, Yara fisgonea ese hogar y se la muestra como una víctima por esa acción... varias escenas, parece que en el pueblo todo lo arreglan Yara y la asistenta social, siempre al rescate... ¿Unos buenos y otros malos, eso es todo? ¿La problemática sobre inmigración es así de sencilla, unas víctimas y otros son los agresores o desalmados, y unto? ¿Hay que aceptar las políticas gubernamentales de emigración, sin pensar?

Personalmente no creo que los ciudadanos comunes occidentales sean racistas, pues jamás lo han sido, todo lo contrario, hay pruebas de los hábitos y costumbres hospitalarios de nuestras culturas, de toda la vida, vamos. Por eso me resulta doloroso que Ken siembre la duda, que se apunte al discurso facilón, que nos intente ganar desde el sentimentalismo más tontorrón, en el que no se discierne nada y se manipula mucho.

Sí, yo también aplaudo un mundo más humano, en el que impere el respeto y la tolerancia. Pero me temo que el origen de todos los males procede precisamente de esas estructuras estatales, tan opresoras ellas (militares), tan dictatoriales (sus legislaciones no del pueblo), tan estupidizantes (aparatos mediáticos), tan aculturadoras (educación estatal), tan empobrecedoras (Hacienda, Ministerios), etc. Es entonces que el análisis y estudio concienzudo de una problemática tal como es el inmigracionismo se torna imposible, falsa, descabezada. Como este "Viejo roble" del bueno de Ken Loach

Estoy de acuerdo con que la pobre gente refugiada no son culpables de su situación. La realidad es que los ciudadanos locales (en este caso ingleses) venían sufriendo y sufren las inclemencias de unas políticas gubernamentales que han destruido y destruyen los modos de vida, cultura, tradiciones y economía inglesas, y ello aboca a que estén llenos de frustración y autoodio, y lo acaban pagando con los más débiles, los refugiados... ¿No sería lo interesante que la película hubiera ahondado en esta cuestión, en vez de acunarse en el mensaje buenista oficialista? ¿Porqué Ken Loach no ha indagado en la raíz de esa problemática de malestar social de los ingleses, que les arrastra a llevar una vida desordenada (con las pintas y los móviles), al igual que ha hecho en otras películas? ¿Porqué Ken Loach ha hecho este producto tan falto de enjundia?

Mi reflexión final, y que desenmascara el guion acomodaticio que ha dirigido Ken: En la escena en la furgoneta, de TJ y Yara, aquel señala la gran catedral normada y le dice a la joven siria "Aquella catedral, mi padre solía decir que no pertenece a la Iglesia, sino a los trabajadores que la construyeron". Falso. La Iglesia pagó por ello. Las obras del pueblo nunca fueron tan monumentales, fueron trabajos más sencillos y humanos, menos pretenciosos y ostentadores (hermitas, pequeñas iglesias). El mensaje del poder, dogmático, es el que se inculca. Un 3,8.
Tombol
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